WILMINGTON, Carolina del Norte, EE.UU. (AP) — El huracán Florence desató su furia sobre Carolina del Norte, con temibles ráfagas de viento y lluvias torrenciales que dañaron inmuebles y dejaron a gente atrapada en medio de las aguas crecidas.
Más de 60 personas tuvieron que ser sacadas de un motel a punto de colapsar y centenares más tuvieron que ser rescatadas de otros lugares debido a las inundaciones. Otros esperaban nerviosos a la espera de auxilio.
“LOS VAMOS A RESCATAR”, tuiteó la municipalidad de New Bern a eso de las 2 de la madrugadade hoy . “Quizás es mejor que suban al segundo piso de su vivienda o al ático, pero LOS VAMOS A RESCATAR”.
Caía un aguacero torrencial por toda la zona que aplastó árboles, dañó caminos y dejó sin electricidad a más de medio millón de hogares y negocios. En la localidad de Oriental cayeron 45 centímetros (18 pulgadas) de agua mientras que la acumulación en Surf City ascendía a 35 centímetros (14 pulgadas).
Los expertos vaticinaron que la crisis durará mucho tiempo debido a que el huracán está prácticamente estático, parado sobre el límite entre Carolina del Sur y Carolina del Norte, moviéndose a una velocidad de traslación de apenas 6 kilómetros por hora (3 millas por hora).
El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, advirtió que el huracán “está causando estragos” en la costa y que podría incluso borrar del mapa a comunidades enteras a medida que “tarda días en su avance violento sobre nuestro estado”. Calificó el suceso como algo que ocurre una vez cada mil años.
“El huracán Florence es potente, lento y despiadado”, afirmó. “Es un monstruo al que nadie invitó y que no quiere irse”.