CULTURA VIVA “Los demonios del pasado y otras soledades”

 

Por Lincoln López

 Ese es el título de un libro del teatrista José Adolfo Pichardo. Por tratarse de un hecho cultural, incluimos en la columna de esta semana las palabras de presentación que un servidor pronunció en la puesta en circulación del libro el día miércoles 27 de marzo del 2019.

“Sean mis primeras palabras para agradecer la asistencia de todos ustedes a este importante acto. Agradecer a mi distinguido amigo y teatrista José Adolfo Pichardo (1964), la distinción de invitarme para presentar estas breves palabras en la puesta en circulación de su texto: “Los demonios del pasado y otras soledades”, en el marco del Día Nacional del Teatro 2019 en UTESA-Santiago.

  José Adolfo Pichardo es un santiaguero de corazón y es, además, un experimentado teatrista que incursiona en varias  dimensiones: actor, director y en la de escritor dramático. Por esta razón pienso que debo ofrecer algunos datos específicos que demuestran lo expresado.

   En 1981 Inicia su labor teatral actuando y escribiendo teatro. De ese año data su primera obra: “Sirva usted como jurado”. En ese mismo año creó el grupo “Núcleo teatral santiagués”. Es miembro de la Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos de la República Dominicana. Miembro fundador del Taller de Autores Dramáticos de Santiago. Desde el 2001 dirige el grupo de Teatro Experimental de UTESA, y a partir del 2004 dirige el Departamento de Teatro del Centro de la Cultura de Santiago. En el 2009 crea otro grupo de teatro  llamado: Teasombra.

  Su actividad teatral la alterna con la educación superior. Es Licenciado en Comunicación Social, y posee una maestría en Ciencias de la Educación, ambas realizadas en la Universidad Tecnológica de Santiago. Esta formación le ha permitido desarrollarse como docente universitario en las áreas de Lengua y Literatura. También se ha desempeñado en los campos de la radio y la televisión locales.

  También se ha desempeñado en los me Sus producciones poéticas han merecido ser referencia para la concesión de premios en tres ocasiones. Este aspecto de la faceta creativa de José Adolfo lo reservaremos para exponerlo ampliamente en otra ocasión.

  En cuanto a la edición que José Adolfo pone en circulación en este acto la misma contiene ocho piezas cortas de teatro. Todos  monólogos, es decir, textos para un solo intérprete. Esto es muy importante pues como se ha afirmado “los monólogos son la sustancia del teatro. Un solo personaje controla el escenario para abrir su corazón y contar su confusión interna”. 

   Los ocho títulos reunidos en el volumen son: “Los demonios del pasado y otras soledades” de la autoría de este dramaturgo dominicano: “Acorralados de sangre fría”, “Sirva usted como jurado”, “El último martes de Domingo”, “El silencio enjaulado”, “Eligio, el barredor de impurezas”, “La reina de la miseria”, “Los demonios del pasado” y “Fantine”. Todos están estructurados según los  lineamientos que se establecen para este tipo de producciones dramatúrgicas. 

 Felicito sinceramente a José Adolfo Pichardo, por ese esfuerzo mantenido para producir este tipo de literatura dramática. Termino esta presentación, trascribiendo las palabras finales del intérprete de  “Los demonios del pasado”:

“Es hora de decirte adiós, no voy a seguir engañándote,

 haciéndote creer que estoy vivo y de que él vive a través de mí.

 Me voy con mi duda, madre,

¿Qué relación tiene la tristeza con el miedo?”.

 Cae el telón. Fin de la obra. Muchas gracias”.