Por Lincoln López
Son de interés cultural y político las argumentaciones expuestas por el filósofo Dr. Gustavo Berloche Guimaraes, Profesor de Filosofía y de Métodos en la Facultad de Educación y Letras de la Universidad Estadual de Río de Janeiro. Sus ideas aparecen en un artículo que publicara recién transcurrida la primera vuelta electoral en la cual el resultado electoral presentó una clara ventaja para el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro en la importante República Federativa de Brasil. El factor político es, que de mantenerse ese resultado para la segunda vuelta, algunos analistas prevén que esa tendencia política podría manifestarse en otros países de América Latina.
Si entendemos la Filosofía como una disciplina que reflexiona sobre diferentes temas que interesan a los seres humanos en determinados momentos de su vida personal, y además, porque resulta extraño encontrar nuestro medio social explicaciones hechas por filósofos nativos sobre cuestiones ordinarias, salvo contadas excepciones, en razón de que en nuestro país ha sido desterrando el acto de filosofar de manera formal y colectiva. Un ejemplo real es la ausencia como regla general de un programa epistemológico, histórico y lógico de la Filosofía insertado en todo el sistema educativo nacional; con objetivos y metodologías claras, racionales, democráticas y críticas.
La primera cuestión que responde el profesor Berloche es: ¿De dónde surgió Bolsonaro?. Respondiendo: Surgió de nuestra incapacidad para hacer la necesaria autocrítica…. Es decir, que los miembros de una institución, en este caso los miembros del partido han perdido la acción comunicativa para analizar y corregir errores…Y la culpa del surgimiento de esa ola es nuestra, exclusivamente nuestra. No solo es nuestra, como continuará siendo hasta que consigamos hacer una verdadera autocrítica y traer de vuelta a nuestro campo (y para nuestros partidos) una práctica verdaderamente democrática… Más adelante dijo: Los que no concordaban con nuestra vaca sagrada, los que criticaban los métodos de las cúpulas partidistas, fueron callados o tuvieron que abandonar la izquierda para continuar teniendo voz.
Otro asunto fue el ataque a Bolsonaro por “machista”, homofóbico”, “racista”…entre otros epítetos. El profesor dice: Lo siento amigos, pero no es de un “machismo”, de una “homofobia” o de un “racismo”. La inmensa mayoría del candidato del PSL (Bolsonaro) no es machista, racista, homofóbica ni defiende la tortura. La mayoría de ellos ni siquiera son bolsonaristas… No, amigos, Brasil no tiene 47% de machistas, homofóbicos y racistas…. El voto a bolsonaro, no nos engañemos, no fue el voto a la derecha: fue el voto antiizquierda, fue el voto antisistema, fue el voto anticorrupción…El sistema, la corrupción y la izquierda están ligados. El voto de ellos aquí fue el mismo que eligió a Trump allá. Y los pecados de la izquierda de allí son los pecados de la izquierda de aquí…
Una consideración final y filosófica del Dr. Gustavo Bertoche se refiere a la necesidad de utilizar menos las vísceras y más el cerebro para defender realmente a la democracia. Valdría la pena aludir como reflexión general a todo este contexto del profesor Bertoche cuando explica el hecho de que las izquierdas en América Latina y otros continentes envejecieron, aspiraron a enriquecerse y se olvidaron de sus orígenes.
La fuente de estas explicaciones ofrecidas por el Dr. Gustavo Bertoche, pensador y ciudadano de primer plano en los acontecimientos de su país es: Infobae. América Latina.