SANTIAGO.- La unión de voluntades alrededor del Programa Niños con una Esperanza ensanchará las estacas de la institución que dio a conocer este miércoles el inicio de la construcción de una escuela técnica que formará a jóvenes en situación de vulnerabilidad en oficios y profesiones que los sacarán de las calles para que se incorporen a la sociedad en actividades sanas y productivas.
Se trata de un espacio que acogerá a los muchachos y muchachas que otros sistemas de formación no acogen, porque no cumplen con algunos requisitos de estudios y que tienen en este proyecto una oportunidad de explotar habilidades y formarse en profesiones técnicas como ebanistería, plomería y herrería, con las cuales podrán obtener buenas remuneraciones.
También se formará a expertos en costura, belleza, peluquería y electricidad.
El novel proyecto se eleva en una superficie de 215 metros cuadrados en una zona contigua al programa, en el sector Santa Lucía del distrito municipal Santiago Oeste y conllevará una inversión de un millón de pesos.
El director de la institución, el pastor y activista pro niñez, Pablo Ureña, dijo que esta escuela técnica es una puerta abierta para jóvenes que por no saber desempeñarse en una labor, por falta de estudios, se convierten en presa fácil del crimen organizado que los recluta para dañarlos y sumergirlos en un mundo donde solo hay corrupción y muerte.
«No podemos quedarnos de brazos cruzados viendo que el tiempo pasa y muchos jóvenes se nos pierden; el tiempo de trabajar con ellos se nos va de la mano, por eso hemos decidido darle una oportunidad para que aprendan un oficio digno y con justa remuneración», planteó Ureña.
La escuela trabajará de cerca con aquellos jóvenes que no poseen documentos, una de las situaciones que impiden poder acceder a otros sistemas de formación y empleo.
«Desde aquí pretendemos también ayudarlos a conseguir incorporarse a la escuela, para que puedan aprender, por lo menos, a leer y escribir; a aprender cosas básicas para la vida», indicó el pastor Pablo Ureña.
Parte de los recursos para la construcción de la nave que albergará la escuela, han sido donados por instituciones y personalidades que se han identificado con la causa.
Entre los donantes para la construcción de la nave citó al empresario Marcos Álvares, quien hizo un aporte de $100,000 pesos; la junta distrital Santiago Oeste, regenteada por Eddy Báez, entregó una donación ascendente a $150,000 pesos; la empresa Ferretodo Industrial aportó $50,000; en tanto que Hierro Roe se sumó a la causa con $13,500 pesos.