POR PEDRO MARTIN SANCHEZ
Los bancos de la Catedral Primada de América estuvieron vacíos durante la misa de este miércoles 25 de marzo, en honor en la Virgen de la Encarnación o Nuestra Señora de la Encarnación, y donde el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta, imploró a Dios por la situación del mundo actual.
Durante la misa difundida por el canal de YouTube de la Catedral, Ozoria pidió por los afectados con la pandemia del COVID-19, principalmente por el doctor Félix Antonio Cruz Jiminián, quien está ingresado en el Hospital General Plaza de la Salud (HGPS) y cuyo estado de salud es delicado.
El arzobispo entiende que la norma de no ir a los templos en estos días es por amor a Dios y a los hermanos e indicó que en estos momentos es para que la humanidad muestre su fe, confianza en Dios y amor fraterno. “La situación que estamos viviendo nos invita a la oración, de forma individual y en familiar”.
Agregó: “Si bien la principal responsabilidad en estos momentos recae sobre el Estado, de nada servirían sus medidas, si no cuenta con las acciones responsables de las instituciones, de la sociedad y de cada individuo y llamó a compartir los bienes con los que padecen las carencias de cosas y de alimentos a causa de la pandemia del COVID-19”.
Durante el servicio a puertas cerradas, Ozoria hizo énfasis en la doctrina social de la Iglesia católica: la dignidad humana, el bien común, el destino universal de los bienes, la subsidiaridad y la solidaridad, la cual establece que “hay que compartir los bienes con los que padecen carencias de alimentos a causa de la pandemia”.
“Hemos vivido la Cuaresma en una cuarentena. Esto es por el bien de los que están en mayor riesgo de salud”, indicó durante la ceremonia en la Primada de América, donde solo asistieron los monaguillos y las monjas que lo acompañan en cada culto.