CULTURA VIVA
Por Lincoln López
“La libertad humana precede a la esencia del hombre y la hace posible…El hombre no “es” primero para luego “ser libre”, sino que no hay ninguna diferencia entre el “ser del hombre” y su “ser libre”.
Esta es la famosa reflexión de un filósofo que se le considera el creador de la más radical teoría sobre la libertad, principalmente en su tercera etapa existencialista.
La profesora y escritora Sonia Picado explica en su estudio sobre Jean Paul Sartre (1905) que ser libre significa entonces tener que actuar ya que el hombre está siempre obligado a “hacerse” a sí mismo, y esta realización debe llevarla a cabo sin ninguna ayuda exterior y atendiendo solo al llamado de su conciencia. Ese es el fundamento de su filosofía.
Jean Paul Sartre es uno de los máximos representantes del existencialismo. Este pensador francés de la época contemporánea desarrolló su filosofía en el siglo XX en circunstancias históricas y sociopolíticas difíciles, como la represión y ocupación de Europa por los nazis, la Revolución Rusa en 1917, las catastróficas consecuencias para el “viejo continente” de las dos guerras mundiales, la guerra civil española y el proceso de descolonización de Asia y África por parte de Francia cediendo el paso a los “frentes de liberación nacional”; incubándose en la mente de este doctor, profesor de filosofía y dramaturgo, una pérdida de sentido de la vida.
Cultura viva recuerda a este eminente pensador en un aniversario más de su fallecimiento (1980), autor de más de 40 obras, entre ellas, El Ser y la Nada, El existencialismo es un humanismo, Las moscas… que se mantuvo acoplado a sus ideas, incluso en aquel momento cumbre de su vida de escritor cuando le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura en 1964, el cual rechazó alegando que su aceptación implicaría perder su identidad como filósofo.