Suspendido y bajo investigación se encuentra el encargado de Asuntos Internos de la Policía en Barahona, tras el rapto de un agente por un tumbe de 400 kilos de cocaína la noche del 28 de agosto.
El vocero de la Policía, coronel Diego Pesqueira, aclaró que la suspensión del primer teniente José Antonio Suero Carrasco es para fines de investigación al resaltar que si se encuentra algún vínculo que lo comprometa será sometido a la acción de la justicia.
Confirmó que Suero Carrasco es el padre de la agente Cherelyn Stefan Suero, compañera sentimental del sargento Jonathan Andrés Pérez, presuntos responsables de raptar al cabo Batista Féliz, en el municipio Paraíso.
Advirtió que «tomaremos todas las medidas necesarias para esclarecer este caso y no haya impunidad… que caigan todos los involucrados según lo determine la investigación». Agregó que «el señor director de la Policía, mayor general Eduardo Alberto Then ha sido enfático en que no apañará ningún hecho en su gestión».
También advirtió que «todo el que cometió un ilícito tendrá que pagarlo, esto con relación al tumbe de los 400 kilos de cocaína en Barahona.
Aseguró que conjuntamente con el Ministerio Público continúan ampliando las pesquisas para garantizar cero impunidad en el caso.
Hija
La hija del oficial que era jefe de Asuntos Internos de la Policía en Barahona cuando se produjo el robo de los 400 kilos de cocaína, fue de los policías que participó en el secuestro del cabo Esteban Armando Féliz Batista, quien luego de ser liberado delató la operación. La agente Cherilyn Stefan Suero Medina y su esposo Jonathan Andrés Pérez fueron las dos personas que el cabo Féliz Batista describió como los que lo interceptaron en un vehículo Tahoe, negro, para secuestrarlo y pedirle cinco millones de pesos como parte del botín por el robo de la droga.
Señaló que aunque inicialmente logró eludirlos, el hombre y la mujer lo interceptaron cuando un carro Sonata hizo que cayera al suelo mientras trataba de huir en su motor.
En ese momento el ahora identificado como Jonathan se desmontó portando un fúsil de asalto y la mujer, Suero Medina, lo encañonó con una pistola Glock. En esa acción se hicieron acompañar por otras tres personas, las que también se presume que son agentes policiales.