Odesa, Ucrania. El Ejército de Rusia destruyó dos refinerías de petróleo ucranianas en las doce últimas horas, la de Kremenchuk, en el centro de Ucrania y la mayor del país, y la de Odesa, ciudad estratégica portuaria del sur que no había recibido hasta ahora ataques importantes.
El primer ataque se produjo anoche, según informó en su cuenta de Facebook Dmitro Lunin, jefe de la administración militar de la región central de Poltava, quien indicó que la infraestructura ha quedado “destruida” y que algunas personas sufrieron quemaduras, aunque sus vidas, añadió, no corren peligro. En su mensaje, indicó que debido a los daños la planta no funciona e informó que en Mirgorod también ha sufrido daños un almacén de combustible del aeropuerto.
El Ministerio de Defensa ruso anunció que usó “armas de largo alcance y alta precisión” para atacar la refinería, “que abastecía a las tropas ucranianas en el centro y este del país”.
De acuerdo con el diario ucraniano “Ukrainskaya Pravda”, la refinería de Kremenchuk era la mayor de Ucrania y tenía una capacidad de 18.6 millones de toneladas de crudo. A este ataque le siguió otro a una segunda refinería, la de Odesa, ubicada en el norte de esta ciudad a orillas del Mar Negro, adonde llega un oleoducto que parte de Rusia y pasa por Kremenchuk.