A partir del 26 de enero, las personas que ingresen a Estados Unidos vía área tendrán que firmar una declaración en la que juran, entre otras cosas, que se hicieron la prueba PCR para detectar el COVID-19 por lo menos tres días antes y que están autorizados para viajar. Esto, adicional a que tendrán que llevar su prueba PCR negativa o, en su defecto, una constancia médica de ya se recuperó.
Desde ya las aerolíneas están informando a los pasajeros sobre este nuevo documento que deben llenar a solicitud de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, según siglas en inglés).
La declaración establece que debe ser llenada por separado por cada persona de dos o años más. En el caso de pasajeros de 2 a 17 años, los padres o una persona autorizada pueden llenar la declaración por ellos.
Una persona puede dar fe en nombre de otro pasajero para quien esté autorizada a enviar información (por ejemplo, miembros de la familia inmediata, tutor legal o agente de viajes).
Especifica que la información proporcionada debe ser precisa, y advierte que “no proporcionar la declaración jurada, o enviar información falsa o engañosa, podría resultar en un retraso en el viaje, negación del abordaje, negación de abordaje en futuros viajes o poner al pasajero u otras personas en riesgo de sufrir daños, incluidas lesiones corporales graves o la muerte”.