POR RAFAEL POLACO
SANTIAGO, .. – Independientemente de los resultados finales del próximo certamen electoral en esta ciudad de Santiago, el Partido Reformista social Cristiano (PRSC) logró su objetivo fundamental en materia de estrategia y supervivencia política.
Muchos analistas apostaban a la desaparición política del PRSC en esta ciudad tras la renuncia de líderes tradicionales que por décadas ejercieron el control político del Partido del Gallo Colorao.
Fue entonces que la visión de un joven político de nombre Rafael Papito Cruz, junto al veterano y emblemático dirigente reformista Máximo Castro Silverio decidieron llevar la nave a puerto seguro, desafiando las turbulentas aguas de un mar político convulso.
Papito, se desprendió de una candidatura a regidor ganable para optar por la Alcaldía local con el único objetivo de preservar el PRSC.
Es evidente que Papito como figura política también ha resultado ganancioso, porque los municipales han aquilatado sus propuestas, y su perfil municipalista se acrecienta y fortalece.
El PRSC no lleva candidato presidencial propio, como tampoco candidato a senador, lo que evidentemente perjudica al Papito candidato que no puede articular una propuesta en cadena a nivel superior, lo que le obliga a proyectar su figura, y la de los candidatos a regidores que le acompañan en la boleta.
Papito, está consciente de todos esos obstáculos, pero prefirió seguir con su proyecto político como un sembrado de futuro, y revisar a la vez que se coloque sobre una tumba una lápida sepultando el Partido de su líder Joaquín Balaguer.
Las espuelas de este gallo nuevo y bravo que hoy tiene en sus manos las riendas del PRSC en Santiago, las lleva este en sus genes porque es hijo de un hombre como Papo Cruz de innegable valor moral y partidario.
El 16 de febrero dirá quien ganó la Alcaldía de Santiago, pero a la fecha hoy viernes 24 de enero indudablemente que el PRSC logró su objetivo básico de sobrevivir como organización política y ser opción de futuro.