Washington D.C. –– En un movimiento significativo que redefine la política comercial de Estados Unidos, el presidente Donald Trump ha anunciado la inminente aplicación de un arancel del 50% al cobre y ha planteado la posibilidad de imponer un gravamen sustancial de hasta el 200% a los productos farmacéuticos.
Esta audaz iniciativa busca presionar a las empresas para que reconsideren sus estrategias de producción global y prioricen la ubicación de sus instalaciones dentro del territorio estadounidense, lo que marca una postura firme del gobierno en favor de la reindustrialización doméstica.
El presidente estadounidense, Donald Trump, comunicó oficialmente un nuevo arancel del 50% sobre las importaciones de cobre.
Este gravamen para el cobre se une a otras medidas similares que su administración ya ha implementado previamente para proteger las industrias nacionales del acero y el aluminio.
Adicionalmente, el mandatario republicano lanzó una advertencia clara a las empresas farmacéuticas. Trump manifestó que está considerando aplicar un arancel muy elevado, de aproximadamente el 200%, a los productos farmacéuticos si sus fabricantes no deciden establecer sus operaciones en Estados Unidos.
El objetivo primordial de esta amenaza arancelaria es incentivar la relocalización de la producción de medicamentos y otros artículos esenciales en el país.