A pocas horas de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidiera a los países de la región, incluyendo a la República Dominicana, detener las deportaciones de haitianos, el presidente Luis Abinader tildó ese pronunciamiento cómo «inaceptable e irresponsable».
El jefe de Estado expresó que la política migratoria de cada país es potestad de cada gobierno; por lo tanto, «esas declaraciones son inaceptables e irresponsables», puesto que la República Dominicana es el país que ha llevado la mayor carga con Haití, que ha sido el más solidario del mundo, lo que ha lesionado la economía del Estado.
«Por lo tanto, a República Dominicana no se le puede pedir más», dijo Abinader en los pasillos del Palacio Nacional, donde minutos antes regresó en un helicóptero desde Bayahíbe, provincia La Altagracia.
El gobernante advirtió que no solo va a continuar con las deportaciones, sino que las va a incrementar.
«Por lo tanto, esas declaraciones de ese señor, Volker Türl, en nombre de las Naciones Unidas son inaceptables y son irresponsables. Vamos a continuar con las deportaciones y la próxima semana las vamos a incrementar», dijo Abinader en un tono visiblemente molesto.
En horas de la mañana, Volker Türk, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, solicitó a la República Dominicana parar las deportaciones de haitianos y recordó que violaciones de los derechos humanos en Haití no permiten el retorno seguro, digno y sostenible de los haitianos a ese país.
Desde su gestión, Abinader ha exigido a la ONU acciones para detener el conflicto en Haití, pero las voces no han encontrado respaldo necesario, mientras se agudiza la crisis en dicha nación controlada por bandas criminales.