El presidente de la Cámara de Cuentas, Janel Andrés Ramírez, sugirió el cierre del órgano fiscalizador si no se solucionan pronto los conflictos internos que empañan a la institución.
«Si se dejan las cosas como están, la Cámara de Cuentas hay que cerrarla, responsablemente lo digo yo aquí», enfatizó el funcionario durante el interrogatorio al que se sometió en la Cámara de Diputados el pasado 2 de junio.
Ante la alarmante sugerencia de Ramírez, varios diputados presentes en el interrogatorio le preguntaron si tenía conocimiento que la entrevista estaba siendo grabada, a lo que respondió que sí y enfatizó que ratifica responsablemente su propuesta de cerrar la Cámara de Cuentas.
El presidente del órgano fiscalizador expresó que la falta de armonía en la Cámara de Cuentas se puede resolver, pero, a su parecer, necesitará «de manera imprescindible» el acompañamiento de personas preparadas para solucionar conflictos y generar el cumplimiento de lo que manda la ley.
Según Ramírez, mientras ha dirigido la entidad, tiene años callando, esperando y buscando ayuda para lograr un acuerdo con los demás miembros titulares con los que no ha logrado conciliar un trabajo efectivo en la institución.
De acuerdo a sus revelaciones en el interrogatorio, ha buscado ayuda «a todos los niveles y sectores», incluyendo religiosos.
De hecho, reveló que se reunió con un alto dirigente religioso que le dejó entrever que los escándalos en la Cámara de Cuentas obedecen a lineamientos políticos.