POR PRIMERA VEZ, UN DOMINGO DE RAMOS CON LOS TEMPLOS VACÍOS

La celebración hoy del Domingo de Ramos se caracteriza este año por una atípica festividad para los católicos que tradicionalmente convoca a millones de cristianos de casi todo el mundo que ovacionan la entrada de Jesús a Jerusalén.

Este año la tradicional festividad ha cambiado debido al llamado a recogimiento hecho por las autoridades y acogido por la iglesia universal como forma de prevenir el contagio del COVID-19 entre los fieles.

Por primera vez un Domingo de Ramos se celebra sin feligreses en los templos, que ordinariamente ondean las palmas alabando a Jesús en su entrada a Jerusalén, pero además es el inicio de la Semana Santa.

Es costumbre que los católicos lleven ramos a las iglesias y con ellos formen crucifijos y otras figuras que son usadas durante el año en las casas, los vehículos, oficinas o cualquier otro lugar.

 

Los feligreses podrán participar en la eucaristía, pero no de manera presencial, sino a través de los medios electrónicos como lo dispuso la Congregación para el Culto Divino de la iglesia católica.

El papa Francisco y los presbíteros celebrarán la festividad sin el pueblo, desde sus parroquias como forma de cumplir con esa costumbre que por años han seguido los católicos de todo el mundo.