CULTURA VIVA
Por Lincoln López
Durante mucho tiempo circularon por nuestro país sobres rectangulares (de oficio) de color blanco con una frase impresa en la parte superior derecha que decía: “Para uso oficial solamente”. Por supuesto, ella significaba que únicamente podían ser utilizados por las distintas dependencias del gobierno para enviar dentro de ellos documentos públicos y no para asuntos particulares o privados y tenían franquicia postal dentro del territorio nacional.
Pienso en esa expresión, posiblemente hoy en desuso, para relacionarla con la controversia pública que ha generado el busto de Juan Pablo Duarte, Padre de la Patria, develizado por el Gobierno Dominicano en el lugar llamado Plaza de las Banderas, con la presencia del Señor Presidente de la República y altos funcionarios de la nación, conmemorando el aniversario 180 de la fundación de la Sociedad Secreta La Trinitaria en 1838, creada por Duarte y otros patriotas con el objetivo de realizar acciones tendentes a independizar la parte Este de la isla La Española de la ocupación haitiana y formar un Estado libre, independiente y soberano que llamarían República Dominicana.
Como toda polémica tiene sectores a favor de la imagen de Juan Pablo Duarte reflejada en el busto, y, por tanto, debe ser preservada; otros en cambio, la objetan, y piensan que el busto debe ser retirado pura y simple del lugar en que fue colocado. Por otra parte, resulta importante destacar que el instituto encargado de velar por la memoria histórica del patricio ha emitido una débil opinión desde el punto de vista argumental, expresando que “tiene algunos rasgos de Juan Pablo Duarte”. No recuerdo que dicha institución haya emitido un juicio en el pasado contra otros mamarrachos llamados esculturas, y con menos nivel de autoridad de parte de sus patrocinadores, en donde “los miedos al poder” se reducen a su mínima expresión. Que yo sepa los directivos de ese instituto tampoco se han expresado en contra de otras imágenes existentes de Juan Pablo Duarte que tienen un parecido con personalidades de la vida nacional, y otros que sencillamente son productos de la imaginación del artista. ¡Pobre servicio a la patria!
El retiro pura y simple del busto de Juan Pablo Duarte de la Plaza de las Banderas no es la solución. Reemplazarlo por cuál de los existentes? Respetando el criterio contrario de los demás, mi humilde punto de vista sobre este tema es el siguiente:
- Que el Señor Presidente de la República Dominicana designe una comisión por Decreto para establecer cuál debe ser la imagen oficial del Padre de la Patria, compuesta por Ministros (Cultura y Educación), Academias e Institutos (Historia, Duartiano, Archivo General de la Nación), Unidades investigativas particulares (Universidades, personalidades del área..), Artistas visuales…
- Que en un tiempo determinado precisen la imagen del patricio sobre la base de las conclusiones científicas que debe utilizarse “para uso oficial solamente”, como se estila en otras naciones como Estados Unidos de Norteamérica…
- Luego de establecida la imagen sea refrendada por una ley, previendo régimen de consecuencias, normativas…
- Permitir la libertad para que artistas puedan realizar sus creaciones en torno a los Padres de la Patria, respetando los lineamientos establecidos en la ley, pero para uso privado solamente. Y
- Iniciar un plan nacional para sustituir de lugares públicos todas aquellas imágenes (bustos, estatuas, medallones…) que no se correspondan con la establecida “para uso oficial solamente”.