La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos aseguró este jueves que la situación en Haití, país asolado por la violencia de bandas, es un «cataclismo» con más de 1,500 muertos a manos de esos grupos en lo que va de año, por lo que pidió acción «audaz e inmediata» para hacerle frente.
Según un informe de la oficina que dirige el alto comisionado Volker Türk, los crecientes niveles de violencia de bandas en el país han agravado la corrupción, la impunidad y el desgobierno, lo que está erosionando el Estado de derecho y haciendo que la población se vea «gravemente privada» de sus derechos.
«La corrupción generalizada y las disfunciones del sistema judicial contribuyen en gran medida a la impunidad generalizada de las violaciones graves de los derechos humanos, y deben abordarse urgentemente», afirmó el alto comisionado al presentar el informe.
«Es escandaloso que, a pesar del horror de la situación en el terreno, sigan llegando armas. Pido una aplicación más eficaz del embargo de armas», declaró Türk en la presentación de un nuevo informe.
«Factores estructurales y especulativos han llevado a Haití a una situación catastrófica, caracterizada por una profunda inestabilidad política y unas instituciones extremadamente frágiles», señala el informe.