La falta de un régimen efectivo de consecuencias es un gris mensaje que provoca el desencanto social, favoreciendo la violencia y cualquier delito. Así lo expresó la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), en su tradicional mensaje emitido cada año por motivo del aniversario de la Independencia Nacional.
En su mensaje, los obispos consideran que la impunidad favorece la pobreza, por lo que no puede prevalecer y, por tanto, debe haber consecuencias contra aquellos que cometen irregularidades y delitos.
En ese sentido, exhortaron a asumir con urgencia un comportamiento ético en la sociedad dominicana para enfrentar ese flagelo y otras realidades como el tráfico y consumo de drogas, la corrupción, las elecciones del 2020, la inmigración, entre otros temas de interés nacional.
“El aparato legal, a partir de quienes tienen responsabilidades en la persecución, el sometimiento y la toma de decisiones, no puede enfermar víctima de la corrupción o incompetencia de unos pocos. Aplaudimos, como siempre, una administración sana de la justicia para todos, sin distinción de personas.”, sostiene la CED en su documento.
Vicios en la política
Los religiosos citaron que es evidente para todos que los vicios de la vida política restan credibilidad a los sistemas en los que ella se ejercita, así como a la autoridad, a las decisiones y a las acciones de las personas que se dedican a ella.
En cuanto a la corrupción, el mensaje señala que “somos conscientes que es un gran mal de nuestra sociedad. Se trata de un virus que permea instituciones públicas y privadas. Un lastre y veneno que nos atenaza, una estocada mortal al corazón de la Patria que debemos prevenir.
Asimismo, los obispos pidieron prestar toda atención a los altos niveles de violencia que existen a nuestro alrededor, para no convertirlos en un clima irrespirable para la sociedad.
Citaron que muchas personas se han visto afectadas ante hechos violentos por robos de una motocicleta, un celular o hasta por un parqueo, provocando muertes lamentables, por riñas apasionadas e irracionales, así como por trampas en busca de intereses particulares.
Sombras en la sociedad
El mensaje episcopal señala que producto de esa violencia es la inseguridad ciudadana y el temor de salir a la calle sin que nos asalten o quiten la vida. Pidieron a la sociedad enfocar el problema desde la raíz, para buscar soluciones conjuntas a este mal que nos arropa.
“Continuamos preocupados por los intentos de legislar en contra del sagrado derecho a la vida desde sus orígenes. La vida, ese don supremo de Dios, es amenazada desde el mismo seno materno. Reiteramos el respeto a la vida humana en todas sus dimensiones, desde su concepción hasta la muerte natural tanto del hombre como de la mujer. Es por ello que rechazamos toda forma de agresión a la vida: abortos, feminicidios, homicidios, suicidios. Urge crear conciencia en la población sobre el respeto a la mujer, a fin de disminuir el aumento incesante de feminicidios en el país.”, indicaron los obispos dominicanos.
Señalaron que tal como lo mencionaron en la Carta Pastoral del pasado 21 de enero de 2019, los males antes mencionados, así como el narcotráfico, la trata de personas y la explotación laboral, son solo algunos casos conocidos que resuenan por momentos, pero después se percibe cierta dejadez o inercia social siguiendo la corriente, sin esperar ni procurar un cambio.