SANTIAGO.R..D.. El obispo auxiliar de la Arquidiócesis local de la Iglesia Católica advirtió aquí que la vida tiene trampas y que si los ciudadanos no saben discernir el bien del mal, entonces caerán en ellas para el perjuicio propio y el de los demás.
Monseñor Carlos Tomás Morel Diplán indicó que en la sociedad existe la insatisfacción personal, la bajeza humana y la mediocridad, que son aspectos que conducen a las personas a tener un mal comportamiento social, donde prima el interés particular por el general.
“Las insatisfacciones y las propuestas de la sociedad de que debemos depender cada vez de más cosas, nos van convirtiendo en seres humanos con muchos desperfectos y comportamientos sociales inadecuados”, subrayó monseñor Morel Diplán en la homilía de la misa que presidió en la Catedral Santiago Apóstol (El Mayor), de esta ciudad.
Indicó que la bajeza humana se usa para destruir y descalificar a las personas, donde siempre se busca lo malo y no se reconoce lo bueno que hacen los demás.
“Eso se da con mucha frecuencia en nuestra sociedad, donde no valoramos en su justa dimensión a las personas que se dedican a hacer el bien, a trabajar con decencia, honradez y apegados a los principios éticos y morales”, comentó monseñor Morel Diplán.