NUMEROSOS CASOS DE HOMICIDIOS SIN RESOLVER EN SANTIAGO

Santiago. Decenas de homicidios ocurridos en esta provincia, así como tentativas de asesinatos, permanecen sin aclarar por parte de la policía.

En el caso del vigilante Antonio Polonia Bueno, de 47 años de edad, que vinculan al asalto al banco Vimenca y que presuntamente se suicidó con un arma en una camioneta del DICRM en la dirección Cibao Central, ni la policía ni el Ministerio Público han avanzado para determinar la procedencia de la pistola.

Aunque la jefatura de la Policía Nacional dispuso la suspensión de ocho agentes, incluyendo a cinco oficiales, el caso es manejado con hermetismo y se desconoce si la sanción obedeció al manejo inadecuado del protocolo o si tenían vinculación con Polonia Bueno.

Mientras que con la tentativa criminal contra María Altagracia Espinal, hija del empresario Freddy Espinal, de la terminal de autobuses Transporte Espinal, en un apartamento donde residía en el sector Los Jardines Metropolitanos, aunque un juez impuso un año de prisión preventiva contra el pintor Anyeris Manuel Valdez Torres, al que acusan de agredirla, la gente ha quedado con dudas por la forma en que se ha manejado el caso.

Ante la ferocidad de la golpiza que recibió la dama, la familia decidió trasladarla desde un centro de salud de Santiago hacia Miami, Estados Unidos, donde se recupera. Por el caso fueron investigadas varias personas, incluyendo un médico. Otro de los casos, es el de Ana Antonia Salcedo de León, de 81 años de edad, ultimada a golpes para robarle, en un hecho ocurrido el día 21 de febrero del 2016, en su residencia de la calle 3, casa número 17 A del sector Padre las Casas, al norte de Santiago de los Caballeros.

Hasta la fecha no hay apresados, a pesar de que durante el proceso investigativo detuvieron a varias personas, incluyendo un hombre de nacionalidad italiana. Nelson Abreu, abogado de la familia de la anciana, dijo que han entregado algunas pistas al Ministerio Público, pero a la fecha no se ha hecho caso, por lo que siguen a la espera de que se dé con los responsables.

POR MIGUEL PONCE