La Habana.- Una aeronave arrendada por la línea Cubana de Aviación se desplomó y se incendió sobre un campo de yuca poco después de haber despegado del aeropuerto internacional José Martí en La Habana en una de las peores tragedias aéreas de la isla en décadas, dejando al menos 107 muertos. Tres personas sobrevivieron. La mayoría de las personas que murieron eran cubanos, a excepción de cinco pasajeros extranjeros cuya nacionalidad aún se desconoce y de miembros de la tripulación, que eran mexicanos.
El avión colapsó poco después en un sembradío colindante con la terminal área en momentos en que se disponía a realizar un vuelo doméstico entre la capital y la oriental ciudad de Holguín.
Autoridades de la isla dijeron que había 104 pasajeros. Más tarde, la Secretaria de Comunicaciones y Transporte de México -país de la compañía a la que pertenecía el avión arrendado por Cubana- indicó que éste era operado por cinco tripulantes mexicanos, mientras la firma propietaria agregó a una persona más como técnico de mantenimiento.
En un comunicado de la aerolínea mexicana Global Air, propietaria del Boeing 737, se indica que el total de pasajeros de la aeronave es de 110 personas, 104 pasajeros y seis tripulantes.
El Gobierno cubano decretó el fin de semana de duelo nacional debido a la tragedia, por lo que las banderas cubanas estarán a media asta.
No se ofrecieron más precisiones sobre otras nacionalidades de las personas a bordo, pero un comunicado de la Cancillería argentina dio cuenta del fallecimiento de dos viajeros procedentes de esa nación sudamericana.
La parcela cultivada donde cayó el avión mostraba un escenario de desastre con partes de la aeronave calcinadas mientras bomberos con camiones cisternas, uno tras otros apagaban el fuego y peritos rescatistas vestidos con batas blancas trabajaban entre los escombros. En un camino rural periférico se colocaron ambulancias y camiones refrigerados, constató The Associated Press.
Inicialmente un oficial militar que pidió el anonimato porque no está autorizado para dar declaraciones manifestó que había tres sobrevivientes en condición crítica que fueron transportados a un sanatorio y residentes del área rural donde cayó la aeronave dijeron a la AP que habían visto a víctimas heridas siendo trasladadas en ambulancias.
Posteriormente un directivo del hospital Calixto García de La Habana señaló a la televisión estatal que cuatro personas -un hombre y tres mujeres- fueron llevadas a esta clínica pero sólo tres habían sobrevivido aunque su condición era crítica.
Hablan Díaz-Canel y Raúl Castro
Autoridades que incluyen al presidente Miguel Díaz-Canel se dirigieron al sitio junto con personal médico y ambulancias.
“Hay un alto número de personas que parecen haber fallecido,” dijo Díaz-Canel más tarde desde el sitio. “Se ha organizado, se extinguió el fuego y se están identificando los restos”.
El mandatario también indicó que el Ministerio de Transporte asignó a una comisión especial para investigar el accidente y que el aeropuerto permanecía operativo.
En una inusual declaración -pues los dirigentes cubanos suelen guardar una estricta reserva sobre su salud- el expresidente Raúl Castro envió un comunicado con sus condolencias a los familiares de las víctimas e informó que se recupera de una operación de hernia, pese a lo cual se mantiene al tanto de las investigaciones del accidente.
Los familiares
Familiares de los pasajeros se apresuraron desesperados para llegar al lugar de los hechos a medida que se enteraban del accidente.
Entre ellos había un hombre que se identificó como José Carlos, y explicó que su hermana y su sobrina pequeña estaban a bordo.
Los familiares fueron llevados a la terminal aérea.
El director general de Cubana, capitán Hermes Hernández Dumas, dijo a los medios estatales el mes pasado que los vuelos domésticos de la aerolínea habían transportado a más de 11,700 pasajeros entre enero y abril de 2018, precisando que 64% de los vuelos despegaron a tiempo, en comparación del 59% del año anterior.