POR ANTONIO HEREDIA
PUERTO PLATA.- Un niño de siete meses de nacido murió asfixiado luego de que en un leve descuido de sus padres se introdujo una tapa de refresco en la boca y dicho objeto se le atragantó.
El bebé fue llevado en estado agónico al área de Emergencia Pediátrica del Hospital Provincial Ricardo Limardo, donde el personal médico le realizó una radiografía que pudo divisar la tapa de refresco alojada entre la laringe y la tráquea y trataron en vano de salvarle la vida.
“Dios mío… Viví ese momento estuve a su lado, fue algo terrible, los médicos hicieron hasta lo imposible por salvar la vida de ese pobre niño”, manifestó la joven Laura Hernández, quien fue testigo ocular y presencial de triste acontecimiento.
Se supo que, debido a la gravedad del caso, todo el personal médico optó por referir dicho niño al Hospital Pediátrico Doctor Arturo Grullón de Santiago, pero en dicho centro asistencial aplazaron su salida de Puerto Plata ya que supuestamente no había cupo.
“Es muy triste todo esto, pero pude ver como los médicos abandonaron a los demás pacientes para atender al niño que le tomaron una placa (radiografía) y tenia la tapa de refresco atorada en la garganta”, sostuvo la señora Liriana Estrella.
Asimismo, la señora Penny Adames lamento dicho caso expresando que en esa etapa los niños no muy curiosos y rápidos, hasta el punto de que “enciegan a los padres” y se introducen a la boca todo lo que encuentran.
Debido a la gran consternación generada por este suceso, no se pudo precisar el nombre de los padres del niño fallecido ni tampoco el sector donde residen en esta ciudad atlántica San Felipe de Puerto Plata.