Monseñor Bretón en espera de que el Papa lo ponga en retiro

Santiago. El arzobispo de la arquidiócesis de Santiago, monseñor Freddy Bretón, solo espera que el Papa Francisco designe a su sucesor, tras cumplir los 75 años de edad y haber presentado su renuncia el pasado mes de mayo.

Al pasar balance de sus ocho años frente al Arzobispado, monseñor Bretón considera que su impronta ha estado sustentada en consolidar las instituciones y “renovar las caras”. Su programa lo concentró en el sostenimiento de las cosas que ya existían, fortaleciendo algunas áreas como la participación de la gente con los sacerdotes, además de hacerlas en conjunto.

Según explicó, todo lo que ha hecho, como el remover la curia del Arzobispado, siempre fue coordinada con el obispo emérito Valentín Reynoso y el obispo auxiliar, Tomás Morel Diplán. Monseñor Bretón también apuntó que ha trabajado en consolidar la catequesis, presidentes de asamblea, diáconos y la vida religiosa.

Legado

El religioso dijo que dejará una residencia para el arzobispo emérito, que estará ubicada en la comunidad de Matanza y un centro de encuentro arquidiocesano ubicado en el seminario San Pio X de Licey al Medio, equidistante entre las provincias Espaillat y Santiago. “Lo que era el filosofado en el San Pio X, será un centro arquidiocesano para las dos provincias. Aunque no la pueda dejar terminada, si estará encaminada antes de mi retiro”, expresó Fredy Bretón en entrevista con El Caribe. Reconoce que le tocó asumir como arzobispo en una época de transición, aunque cree que quien sea elegido pueda ser de menor edad para que pueda desarrollar sus proyectos. Aunque monseñor Bretón cumplió los 75 años de edad el pasado 15 de octubre, la carta de renuncia al gobierno pastoral de la arquidiócesis enviada al Papa Francisco se produjo el 23 de mayo.