Los 222 presos políticos nicaragüenses que fueron liberados por el gobierno de Daniel Ortega, ya se encuentran en Estados Unidos.
Los opositores fueron declarados traidores y despojados de su nacionalidad a través de una reforma constitucional exprés.
Ya en EEUU, los exconvictos recibirán atenciones médicas porque después de un año de estar bajo la opresión del régimen, ellos lo necesitan, sobre todo gente que tiene enfermedades crónicas, como el cáncer, explicó Arturo McFields, exembajador de Ortega ante la OEA, quien fue destituido tras calificar a su país de dictadura y que ahora reside en EEUU.
Entre los liberados se encuentra la mujer, la hija y el yerno de Javier Álvarez, exiliado en Costa Rica.