La Juventud y el comportamiento

Por Lic. José Armando Toribio

SU OPINION

Santiago. -Cuando un amigo me dice…. los tiempos atrás fueron mejores que los actuales, le digo ..se está poniendo viejo.  La percepción de que el pasado fue mejor, esta errada, infecunda y en ocasiones dañina, puesto que estimula a tomar medidas a fin de retrasar la evolución natural de una sociedad que se renueva y se adapta a nuevos desafíos.

En muchas ocasiones la cantidad de veces que hemos escuchado la por demás repetitiva expresión “los jóvenes son el futuro de la nación”, genera en nuestro subconsciente la aceptación de que la juventud tendrá su espacio; pero en el futuro. Sin embargo, ¿por qué no expresar que los jóvenes son el presente con miras a un mejor futuro?

La juventud es una etapa hermosísima de la vida, Es especial, inspira alegría, fuerza, energía, utopía, rebeldía, cuestionamiento, toma de decisión y casi siempre propicia para interpelar las inconductas de los más adultos y los males que prevalecen en la sociedad, sean estos políticos, económicos o sociales.

Pero, es increíble que la sociedad se encuentra hoy en un momento difícil. Muestra de ello es el gran reto al que se enfrentan los valores familiares y sociales a consecuencia del descrédito de los actores políticos. Esto nos lleva a pensar que debemos de hacer algo para cambiar nuestro presente y futuro.

La mayoría de los jóvenes actuales tenemos muchos más caminos a escoger.  Nuestras posiciones morales no serán ciegamente heredadas, ni resultará de un proceso torpe y doloroso de tanteo. Dependerán de las decisiones conscientes, alimentadas esencialmente por la riqueza de su entorno educativo y cultural.

La falta de integración, preparación y espacio propicia el debilitamiento en nuestra juventud acompañado del desinterés por los temas de índole nacional. En la República Dominicana un limitado número de partidos políticos otorga a los nuevos talentos un espacio en el cual puedan crecer al tiempo de ejercer funciones públicas/políticas.

¿Qué está pasando con varios de nuestros jóvenes ?, ¿por qué su comportamiento?, considero que una intervención temprana puede ser la clave para resolver problemas que se exhiben en los comportamientos de algunos jóvenes. Para lograr esta intervención temprana, es importante desarrollar un plan de acción para mejorar el bienestar emocional juvenil.

Los jóvenes heredamos el mundo que han fabricado los mayores. Actualmente nos ha correspondido vivir en un mundo lleno de contrastes, caracterizado por el fenómeno del cambio rápido y profundo. Goza de todo lo maravilloso de la actualidad. Padece la inseguridad de un país que le muestra una realidad que aterroriza pero que a su vez es reto a su capacidad transformadora.

Es necesario e indispensable que las universidades, institutos superiores e iglesias se empeñen con mayor ahínco en la formación de valores y principios éticos de la juventud, invitándole, interpelando y provocando acerca de un mayor y tenaz compromiso con la sociedad que le vio nacer.

Hoy la juventud tiene que hacer conciencia, asumamos el rol y luchemos para el transformar la nación y, con esto lograr el real bienestar del pueblo.