Tradicionalmente se ha considerado a la familia como la piedra angular de la sociedad, compuesta por un grupo de individuos unidos por vínculos consanguíneos o por un vinculo constituido y reconocido legal y socialmente (padre, madre e hijos). Con el pasar del tiempo el concepto de familia se ha ido modificando y diversificando,
Actualmente contamos con diferentes clasificaciones de familia, por ejemplo: Atendiendo a las características de los miembros que la componen una familia puede ser: nuclear, extensa, monoparental, homoparental y sin hijos por elección.
Se espera que en la familia el individuo reciba cuidados, crianza y educación en valores éticos, morales, sociales y religiosos. Dicha educación recae fundamentalmente sobre los hombros de la madre, sin importar si se dedica a la crianza de sus hijos a tiempo completo o no.
En estos tiempos las madres se ven sometida a mucha presión social y económica, lo que ha impactado negativamente el perfil de salud de las mujeres, aumentando la frecuencia de enfermedades que anteriormente afectaban mas a los hombres, como es el caso de las enfermedades cardiovasculares entre otras.
Y si sumamos a esta situación el poco empoderamiento por parte de la población en cuanto a la importancia de atención de salud durante el embarazo, parto y puerperio, la detección precoz del cáncer de mama o del cáncer cérvico-uterino, podemos tener un aumento exponencial de las probabilidades de muerte de las mujeres en edad fértil.
Entonces que pasa en la familia cuando muere la madre, ¿quién se hace cargo del cuidado y crianza de esos niños?, ¿reciben los hijos educación en valores éticos, morales, sociales y religiosos?, ¿Cómo impacta esto a la sociedad?
A sabiendas que la mortalidad materna es una realidad creciente multifactorial y que requiere un abordaje interinstitucional, consideramos que cada mujer debe asumir un rol protagónico para abrir escenarios y posibilidades en procura de soluciones oportunas, efectivas y sostenibles para llevar a la mínima expresión la mortalidad materna.
Dirección Provincial de Salud Área II recomienda: llevar estilo de vida saludable, planificar los embarazos, acudir tempranamente al médico para su seguimiento, estar alerta sobre los signos de peligro del embarazo y demandar atención inmediatamente de ser necesario, cuidar y presentar al momento del parto su carnet de atención, respetar los cuidados del puerperio, seguir las recomendaciones médicas durante todo el proceso, entre otras.