POR EFE
Lima.- El izquierdista Pedro Castillo fue proclamado presidente electo de Perú, mes y medio después de los comicios que ganó a la derechista Keiko Fujimori, quien retrasó su nombramiento con más de un millar de impugnaciones en las que denuncia sin pruebas fehacientes un supuesto «fraude».
Después de declarar infundados los últimos recursos legales presentados por Fujimori, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) refrendó los resultados de la votación del 6 de junio, donde Castillo obtuvo el 50,12 % de los votos válidos, un estrecho triunfo por apenas 44.263 votos de ventaja sobre Fujimori.
Pedro Castillo, un profesor de una humilde escuela rural de los Andes, nacido en una de las regiones más pobres de Perú, será el primer presidente de la historia del país que alcanza el poder sin pertenecer a sus élites, nerviosas e inquietas al ver a alguien «extraño» a ellas en la cúspide del Estado.
A estos grupos de poder se les hace extremadamente difícil asumir la llegada al sillón presidencial de Castillo, cuya proclamación oficial se ha dado un mes y medio después de las elecciones, tras los frustrados intentos de la derechista Keiko Fujimori, candidata de las élites, por cambiar los resultados.
Todo sucede casualmente cuando se conmemoran los 200 años de la independencia de Perú, donde la victoria electoral del inesperado nuevo presidente ha sacudido los pilares de una sociedad profundamente conservadora y ha puesto los pelos de punta a la clase alta limeña, acostumbrada a gobernar el país.