Nueva York. Ida, que como huracán provocó una gran devastación en el sur de Estados Unidos y luego se convirtió en un ciclón postropical, azotó en las últimas horas varios estados del noreste del país dejando al menos 42 fallecidos debido a las lluvias torrenciales, rápidas inundaciones y vientos huracanados.
Veintitrés muertos han sido reportados en Nueva Jersey, según datos hechos públicos por el gobernador de la región, Phil Murphy, que apuntó que “la mayoría de los fallecidos son individuos que quedaron atrapados en sus vehículos por las inundaciones”.
En Nueva York se ha informado de al menos 12 víctimas mortales, que se concentran en el barrio de Queens, además tres en Filadelfia (Pensilvania), tres en el condado neoyorquino de Westchester y una en Connecticut, según los últimos datos de medios y autoridades.
La mayoría de las muertes en Nueva York, entre ellas la de un niño de 2 años, se registró “en hogares y sótanos residenciales” debido a las inundaciones, informó el jefe de la Policía, Dermot Shea.
En Pensilvania, las autoridades del condado de Montgomery informaron que una de las víctimas mortales era una mujer que falleció cuando un árbol impactó sobre una casa y que la peor parte de los daños se produjo en el sureste del estado.
Tras dejar seis muertos en el sur de Estados Unidos, Ida llegó con fuerza al área triestatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut convirtiéndose en un evento meteorológico “histórico”, que en el caso de la Gran Manzana rompió los récords registrados hace solo unos días con las fuertes lluvias descargadas por la tormenta Henri.
En Central Park se registraron solo en una hora 3,15 pulgadas (8 centímetros) de agua cerca de las 9 de la noche del miércoles, lo que supone la mayor cifra obtenida desde que se comenzaron a recopilar datos en 1870.
La magnitud se pudo medir en las declaraciones de la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, quien aseguró que es “la primera vez que ha habido una tromba de agua repentina de esta proporción” en el área, la comparó con tener “unas cataratas del Niágara en la calle” y reconoció “deficiencias en el drenaje” local.