La Restauración fue el mayor movimiento armado que conoció el país en toda su existencia, a partir incluso de los tiempos coloniales, con el objetivo de devolver la independencia a República Dominicana.
El levantamiento del que hoy se cumplen 155 años dejó un saldo de 6,000 muertos y 4,000 heridos. Del lado dominicano pelearon unos 17 mil hombres, entre los que habían norteamericanos, franceses y alemanes, mientras que por el lado español las tropas ascendían a 51,824, entre los que habían cubanos, puertorriqueños dominicanos.
Al producirse la anexión, Pedro Santana quedó como gobernador interino de la colonia, hasta que fue confirmado en el mando en mayo de 1861, cuando la reina Isabel II reconoció oficialmente el traspaso territorial y empezó a tomar decisiones en su readquirida colonia, mandando personal administrativo desde Cuba y Puerto Rico, pero antes se hicieron oír las protestas de países como Chile, Perú, Haití, Francia, Inglaterra, Venezuela, Alemania y Estados Unidos, entre otros.
El descontento de muchos nativos que se oponían a la anexión nunca se apagó y por el contrario, todas las medidas y accionar de los españoles contribuían a incrementar el sentimiento patrio y muy pronto comenzaron los focos de resistencia que luchaban por el retorno a la vida republicana, que con sus virtudes y defectos, garantizaba por lo menos un mínimo de libertad e igualdad entre los ciudadanos.
La guerra de la Restauración inició el 16 de agosto de 1863 hasta el 15 de julio de 1865 entre los dominicanos y España, imperio al que el sector conservador encabezado por el general Pedro Santana había invitado a tomar posesión del territorio dominicano 17 años después de la Guerra de Independencia contra la República Haitiana y 42 años después de que los habitantes de la parte oriental se declararan independientes de España.
De inmediato se fueron desatando varios movimientos tendentes a expulsar a los españoles y restablecer la república, como el levantamiento en Moca dirigido por José Contreras, el movimiento de la Regeneración Dominicana y el asalto de Neiba, ocurrido en febrero de 1863, dirigido por Cayetano Velásquez, también el día 21 de febrero de ese mismo año, Santiago Rodríguez encabezó un movimiento que culminó con el levantamiento y toma de Guayubín.
El 16 de agosto de 1863 se produjo el ataque a Santiago, por hombres encabezados por Gregorio Luperón, Benito Monción, Gaspar Polanco, Benigno Filomeno Rojas, Cayetano Germosén, Olegario Tenares, Eugenio Miches, entre otros patriotas.
Mientras que otro grupo encabezado por Santiago Rodríguez, Pedro Antonio Pimentel, José Antonio Salcedo, Lucas Evangelista de Peña y Federico de Jesús García, entre otros, enarboló la insignia tricolor, símbolo del pabellón dominicano, en el cerro de Capotillo, en la hoy provincia de Dajabón.
El movimiento restaurador abarcó a todos los sectores en los diferentes aspectos sociales, políticos y militares, en los que también podemos destacar la ayuda económica y bélica, de países como Venezuela y Haití.
Para finales del año 1864, ya el movimiento restaurador abarcaba todo el territorio dominicano, bajo el criterio de que la República todavía existía y bajo la consigna de “Libertad o Muerte” y “Guerra a Muerte Contra el Colonialismo Español y los Traidores a la Patria”.