POR EFE
Existía previo a la pandemia, pero los casos eran muy raros. Desde diciembre a la fecha, los reportes de personas con mucormicosis son recurrentes y se relacionan a la virulencia de la nueva variante del COVID-19.
La infección fúngica se suma a la amenaza mortal que en muchos casos produce el coronavirus, la mayoría de ellos en momentos en el que el paciente y su familia creen que ya han superado por completo las secuelas de la enfermedad.
Los más propensos a ser sus víctimas son los diabéticos y los que tienen un sistema inmunológico muy débil.
La mayoría de esos pacientes la contrajeron entre 12 y 15 días después de haberse recuperado del coronavirus.
El cirujano Akshay Nair, citado por la BBC, explicó que no se había encontrado con más de 10 casos en los últimos dos años y que solo en abril pasado ya vio a unos 40 pacientes afectados con la infección fúngica en los tres hospitales de Bombay, donde trabaja.
Muchos de esos enfermos eran diabéticos que ya se habían recuperado del COVID-19 en sus casas. De esos 40 casos, a 11 de ellos hubo que extraerle quirúrgicamente el ojo.
“La diabetes reduce las defensas inmunológicas del cuerpo, el coronavirus las exacerba y luego los esteroides, que ayudan a combatir el COVID-19, actúan como combustibles para el fuego”, explica Nair.
Raghuraj Hedge, también cirujano oftalmológico de Bangalore, otra ciudad de la India, afirmó que había visto 19 casos de mucormicosis, la mayoría jóvenes.
“Algunos estaban tan enfermos que ni siguiera pudimos operarlos”, indicó.
Sostuvo que en más de una década de práctica no había visto más de uno o dos casos al año.
“La variante del virus parece ser una virulenta, elevando el azúcar de la sangre a niveles muy altos. Y, extrañamente, la infección por hongos está afectando a muchos jóvenes”, afirmó Hedge.
Ayer, Puerto Rico dio a conocer que detectó la variante de la India, conocida también como Delta, en un turista estadounidense asintomático menor de edad. La vecina isla no informó el origen concreto de este contagio en Estados Unidos.
Otros países de la región que también han confirmado la variante delta han sido Argentina y Perú.
A esta mutación del COVID-19 se le atribuye cerca del 6 % de los casos en Estados Unidos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
Desde principio de este mes de junio, República Dominicana, exige a los pasajeros de la India una prueba PRC para ingresar a territorio dominicano.
Según estudios, la Delta puede ser hasta un 60% más contagiosa que la Alfa, encontrada en Inglaterra.
El aumento de los mucormicosis, atribuidos a la nueva variante india, ha causado que los medicamentos para tratarla escaseen, han difundido algunos medios. En mayo 90 personas fallecieron por el “hongo negro” en el estado occidental de Maharashtra, publicó CNN en Español.
La agencia EFE publicó que, según el Ministerio de Salud indio, los síntomas de la mucormicosis suelen manifestarse a través del picor en los ojos y/o nariz, dolor de cabeza, fiebre, vómito con sangre y dificultad para respirar, además de alterar el estado mental de los pacientes que lo contraen.
Expuso también algunas recomendaciones para prevenir la aparición de esta infección, como son mantener una adecuada higiene y el uso de mascarilla, o proteger todo el cuerpo cuando se hagan trabajos de jardinería.
“Esta infección por hongos afecta principalmente a personas que están tomando medicamentos para otros problemas de salud que reducen su capacidad para combatir patógenos ambientales’, aseguró el Grupo de Trabajo Nacional indio para el COVID-19 y citado por EFE.