Con una ofrenda floral en su tumba fue recordada la memoria histórica de Gregorio Urbano Gilbert por la Coordinadora de Homenajes a Heroínas y Héroes de la Patria, entidad que reiteró su petición de que sean llevados sus restos al Panteón de la Patria, como una forma de honrar su lucha. Que lastima un club que lleva su nombre en Santiago, no lo recuerda, ni siquiera en sus jornadas deportivas..
“Si no se ha llevado al Panteón de la Patria es porque Gilbert era una hombre de pueblo. Si fuera una descendiente de los “sangre azul”, como Cáceres o Báez seguro que habría estado”, dijo José Bujosa Mieses, miembro de la agrupación.
Lamentó que los mezquinos históricos no reconozcan sus méritos y lo tengan en un rincón olvidado, en una humilde tumba en el Cementerio de la Máximo Gómez.
Recordar su lucha. Un 16 de mayo de 1916 con el desembarco de las tropas estadounidenses en San Pedro de Macorís, Gregorio Urbano Gilbert tomó un revólver y al primer oficial que pisó tierra lo mató al instante e hirió a otros. En 1924, antes del retiro de los norteamericanos, fue liberado. Viaja a Nicaragua y se une al Ejército de Liberación Sandinista, junto a César Augusto Sandino y pelea por la independencia de ese país, otra vez contra los Estados Unidos.
Este titán revolucionario retorna al país y en 1965, nuevamente es ocupado por tropas de los Estados Unidos, estuvo presente en la Guerra de Abril; aún en su estado de edad avanzada, tomó un turno en una de las grandes manifestaciones que se dieron en el Parque Independencia en repudio a la invasión.