Hoy 24 de abril, Día Nacional de los Ayuntamientos, las 158 alcaldías y 235 distritos municipales del país escogen nuevamente los bufetes directivos de las salas capitulares y, al mismo tiempo, las máximas autoridades de los gobiernos locales rendirán cuentas de las acciones ejecutadas en su demarcación, así como del manejo de los recursos.
Bajo el acuerdo de respetar la denominada “Regla de Oro”, como se hace cada año desde 2006, se tiene prevista la elección de los bufetes directivos que se hace por mandato constitucional. La “Regla de Oro” es un acuerdo firmado en el año 2006, cuya idea se le atribuye al extinto líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), José Francisco Peña Gómez, quien falleció en 1988. Esta famosa regla establece que deben ser escogidos como presidente y vicepresidente del consejo directivo aquellos que sean del mismo partido, agrupación política o coalición del alcalde del ayuntamiento o máximo representante local.
Durante diecisiete años esto se ha respetado, para evitar los problemas y enfrentamientos que en el pasado ocurrían y, para darle un carácter de formalidad, todos los años los secretarios encargados de asuntos municipales de las fuerzas políticas del país firman un acuerdo para cumplir con esto.
Así se hizo la pasada semana. En un acto en el que estuvieron presentes los representantes de la Federación Dominicana de Municipios, la Liga Municipal Dominicana, la Federación de Distritos Municipales, la Asociación Dominicana de Regidores y la Asociación Dominicana de Vocales, los partidos principales del país rubricaron un acuerdo para respetar la “Regla de Oro”.
Estamparon su firma Kelvin Cruz del Partido Revolucionario Moderno (PRM), quien a su vez es el presidente de Fedomu; Ramón Santos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD); Ignacio Ditrén, del partido Fuerza del Pueblo (FP) y Wellington Mejía del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).
El PRD no se unió este año al acuerdo por considerar que en tiempos actuales esto no es necesario. A juicio del asesor municipal del PRD, Victor Feliz Solano, “imponer voluntades por parte de la jerarquía municipal a regidores, cuya función es fiscalizar el uso de los recursos públicos que manejan los alcaldes, es un golpe a la democracia interna con que se deben manejar los cabildos”.