Para muchos dominicanos la pandemia del Covid-19 ya pasó. Solo esto explica lo que estamos viendo a diario. El uso correcto de la mascarilla disminuye cada día. Otros la llevan en la barbilla como una prenda de lujo, y el distanciamiento físico ya no existe. Las aglomeraciones en playas, lugares de recreo y centros comerciales ya es la cotidianidad.
Pero donde el grado de locura y falta de respeto a las normas de prevención llegó a su máxima expresión fue en el Malecón de Santo Domingo, en donde una multitud celebraba como si se tratara del triunfo del Licey o la Águilas Cibaeñas en una serie final.
Así no podemos continuar. ¿Qué imagen proyectamos ante el mundo actuando de esta manera?. ¿Hasta dónde llegará el desenfreno de una parte de la sociedad dominicana que está al borde del abismo de la imprudencia a la insensatez?
Las autoridades sanitarias deben tomar todas las medidas de lugar antes de que sea demasiado tarde, evitando así que volvamos a los días más traumáticos del covid-19. Si hay que volver al confinamiento, ¡que lo hagan! porque la vida está por encima de lo económico.
También sugerimos al Ministerio de Salud Pública que amplíe el número de pruebas PCR, porque cuando se hacen pocas, como sucedió el martes 26 de abril, que solo hicieron 1,201 pruebas, dando como resultado 78 contagios y 3 defunciones. Entonces, el mensaje que percibe la población es que la pandemia está llegando a su final, echando a un lado el protocolo.
Estemos claros, no hay espacio para el descuido. Manejemos esta situación con seriedad y transparencia.