POR AGENCIAS
Washington .– La manifestante que recibió este miércoles un disparo de un arma de fuego en el Capitolio de los Estados Unidos murió como consecuencia de la herida, informaron las fuerzas de seguridad.
El hecho se produjo cuando docenas de partidarios del presidente Donald Trump irrumpieron en el edificio y se enfrentaron violentamente con la policía.
Las circunstancias exactas alrededor del episodio no están claras. Según reportó la cadena local NBC, el disparo fue efectuado por un miembro de las fuerzas de seguridad, pero no se sabe cual de ellas. Tampoco se conocen las circunstancias particulares del hecho.
Este incidente se produjo luego de que docenas de seguidores de Trump violaran los perímetros de seguridad y entraran en el Capitolio de EEUU cuando los congresistas se preparaban para votar y afirmar la victoria presidencial de Joe Biden.
El Congreso de Estados Unidos suspendió de urgencia la sesión por los disturbios. Las dos cámaras, el Senado y la Cámara de Representantes, fueron confinadas y los legisladores recibieron instrucciones de ponerse máscaras antigás y buscar refugio hasta que fueran evacuados.
Los manifestantes ingresaron a ambas cámaras, así como a la rotonda del Capitolio, donde se utilizó gas lacrimógeno. Además, varios oficiales de policía del Capitolio desenfundaron sus armas para defender a los legisladores.
Trump, quien anteriormente pidió a sus partidarios que fueran al Congreso para presionar a los funcionarios republicanos electos para que se opusieran a la certificación de la victoria de Biden, desde entonces les ha pedido que eviten la violencia.
“Ellos están verdaderamente del lado de nuestro país”, dijo Trump pidiendo apoyo para la policía del Capitolio y los miembros de las fuerzas del orden. “¡Manténganse pacíficos!”, añadió el mandatario saliente.
“Tomamos la cámara(…) Es nuestra”, dijo a la AFP un manifestante. “Llegaría a sacrificarme para proteger mis derechos”, insistió Jim Wood, otro manifestante de 60 años de New Hampshire.
La alcaldesa de Washington ordenó un toque de queda a las 18:00 locales (23:00 GMT) en la capital federal, que está programado para durar hasta las 06:00 del jueves por la mañana.
El presidente electo Joe Biden definió la violencia en el Capitolio como un “asalto sin precedentes” y urgió a Donald Trump a pronunciarse por televisión para dispersar a los manifestantes.