SANTIAGO.- El ex vicepresidente del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), Luis Céspedes Peña, padre de Luis Norberto Céspedes Vega, quien murió luego de ser estropeado por el camión mezclador de concreto de los llamados “Trombo”, aseguró que las autoridades judiciales deben reiniciar las suspendidas investigaciones en base a un homicidio, que parece ser obra del sicariato.
Céspedes Peña indicó que sus investigaciones así lo establecen. Indicó que ese hecho no está aclarado porque el fiscal de Tamboril, Manuel Güichardo, sea por problemas de salud o por negligencia, no interrogó a las personas sospechosas, como son los siete choferes de la empresa Hormigones Romano, que manejan ese tipo de camión.
Agregó que su hijo era honesto y nunca se ligó a vicios ilícitos. Céspedes Peña sostiene que las autoridades deben centralizar la investigación sobre la versión del encargado de Producción de Hormigones Romano, Mario Esquea Rodríguez, quien le declaró al fiscal Güichardo, que el día que Céspedes Vega fue estropeado por un Trombo, la compañía tenía dos o tres de esos vehículos en una ruta que comprendió La Barranquita, Gurabo y Villa González.
“La pregunta es”-advierte Céspedes Peña- “si esa era la ruta que tenía Hormigones Romano, ¿por qué aparece un Trombo de esa compañía en Tamboril, a más de 30 kilómetros de distancia, si hablamos de la ruta de Villa González”.
Céspedes Peña añadió que “siempre creyendo en la versión del encargado de Producción de Hormigones Romano, existe la posibilidad de que uno de esos dos o tres camiones u otro de la misma empresa, fue usado para matar a su hijo Luis Norberto”.
Dijo que parece que lo que está ocurriendo nada tiene que ver con el dueño de esa empresa, en lo que ya se considera como una acción criminal, porque la víctima fue dejada abandonada luego de atropellada.
Observó que en sus investigaciones pudo descubrir que el comandante de la Policía de Tamboril, todavía el 2 de Noviembre del 2022, día en que ocurrió hecho, el mayor Montero, solicitó ser trasladado casi 72 horas después del hecho, sin informar del caso a la Dirección Regional Cibao Central, al encargado de la Zona Policial, con asiento en Gurabo, el teniente coronel Pérez Baldera, ni a su sucesor, el también teniente coronel Collado Guerrero.
La distancia de Repuesto Nacho y la Policía, es de unos 300 metros. “Esto crea suspicacias, por lo que debería formar parte de una investigación del Ministerio Público y la Policía Nacional”, dijo.
El ex dirigente del CDP precisó que el magistrado Gúichardo interrogó a dos conductores de camiones volteos, que nada tienen que ver con el problema, entre ellos, Wilvin Leonel Domínguez, los cuales declararon no tener ningún conocimiento del hecho, pero sí dijeron, en presencia del ingeniero civil Luis A. Romano, presidente de esa empresa, que ciertamente el Trombo que aparece en la cámara de vigilancia es propiedad de esa entidad.
El comunicador explicó que en el interrogatorio que el fiscal le hizo al propietario del Repuesto Nacho, señor Ignacio de Jesús Pérez, lugar donde ocurrió el caso, éste dijo que “él reparó una pasola Céspedes Vega y otra compañera suya que le llevaron, pero luego salió del sitio, por lo que no sabe qué ocurrió, pero aprovechó para defender al conductor que causó la muerte, que no se paró para auxiliar a la víctima.