POR MIGUEL PONCE
Santiago. El aumento de la demanda, unido a la incapacidad de las empresas para suplir a los negocios ante las medidas tomadas para enfrentar el COVID-19, ha ocasionado desabastecimiento de los hogares y caos con largas filas en las plantas procesadoras de agua.
La mayoría de negocios como colmadones, minimarkets y supermercados de Santiago, carecen de los botellones, mientras que las empresas que la procesan solo venden la mitad de lo que requieren los clientes. En comunidades como Villa González, municipio perteneciente al provincia de Santiago, ante la escasez de agua algunos optan por desplazarse hasta Navarrete u otros pueblos. Los precios en las plantas procesadoras varían ligeramente.
Las dificultades han obligado a que algunos usuarios lleguen hasta las 4:00 y 5:00 de la madrugada para poder abastecerse a pesar de que violan la disposición presidencial de toque de queda que inicia a las 5:00 de la tarde hasta las 6:00 de la mañana del otro día.
Demanda
En algunos casos, a las empresas que solicitan diez botellones, apenas se les envía la mitad, debido a la incapacidad técnica para poder abastecer. Empleados de la empresa Cascada explicaron que el tumulto y largas filas obedece a que apenas pueden ofrecer un viaje de agua por día, cuando por lo regular hacían hasta cinco entregas. “Yo no puedo consumir agua de mala calidad y menos como la que está legando a las llaves, y ahora sin agua filtrada como no vamos hacer para cuidar nuestra salud”, expresó la señora Nilda Pichardo.
Empleados de la empresa Hielo Central, que produce Agua Extra, también se ve afectada por la alta demanda, ya que el tiempo no les alcanza para hacer la distribución: “Muchos están aprovechando para venir aquí cuando antes nosotros íbamos donde ellos”.