El presidente Jair Bolsonaro sostuvo un breve encuentro con el enviado a cargo de coordinar la transición del poder a Luiz Inácio Lula da Silva, cuatro días después de un apretado revés electoral que ha desatado protestas de los simpatizantes del mandatario en medio de su negativa a reconocer públicamente la derrota.
La reunión entre el presidente derechista y el vicepresidente electo Geraldo Alckmin tuvo lugar en el palacio presidencial, según Alckmin, quien encabeza el equipo de transición de Lula. El equipo había llegado horas antes a la capital Brasilia, dando así inicio al proceso que culminará con la investidura del nuevo mandatario el 1 de enero.
Aunque Bolsonaro se negó a reconocer su derrota durante sus primeras declaraciones públicas el martes, su jefe de despacho Ciro Nogueira dijo a los reporteros que había recibido autorización del mandatario para proceder con el proceso de transición.
“Fue positiva”, dijo Alckmin tras la reunión del jueves. Se negó a responder si Bolsonaro lo había felicitado por el triunfo del domingo.
Bolsonaro habló acerca de “la disposición del gobierno federal para brindar toda la información, ayuda, de forma que tengamos una transición que esté guiada por el interés público”, dijo el próximo vicepresidente.
La primera reunión del día del equipo de transición fue con el senador Marcelo Castro, quien es responsable de la propuesta presupuestaria del gobierno para 2023. El vicepresidente electo exhortó a los legisladores a implementar una medida de emergencia que permita nuevos gastos que el próximo gobierno considera esenciales, incluyendo pagos de programas de asistencia social de 600 reales (118 dólares) mensuales.
Sin esa medida de emergencia, el presupuesto actual reduciría esos pagos a 400 dólares (78 dólares) en enero. Los legisladores dijeron a los reporteros que la decisión al respecto se tomaría para el lunes.
Alckmin añadió que el martes volverá a Brasilia para más reuniones.
El Partido de los Trabajadores de Lula también está buscando negociar con el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, que ha sido aliado cercano de Bolsonaro. Se tiene previsto que aspire a ser reelegido en el cargo el próximo año.