Militares apostados en la frontera por Dajabón les trancan el juego a los haitianos que tratan de retornar al país luego de ser deportados en los diferentes puntos de la frontera.
Apresados en las cuatro provincias del Nordeste se quejan de que las cosas «se están poniendo bien difíciles».
Michelle Bruno narró : «Esto se está poniendo cada vez más feo. Los guardias nos agarran, nos entregan a la Migra (Migración) y cuando intentamos entrar de nuevo nos encierran con este calor en los camiones».
Indicó que los centros de detención no son para humanos, porque el mal olor a orina y materia fecal es insoportable.
Bruno fue apresado hace cinco días en Castañuela, Montecristi, junto a otros compañeros. «Esta vez, parece que la mala suerte me acompañó, qué feo está esto», expresó.
Otros haitianos manifestaron que los guardias se ocultan bajo las sombras en los montes del Noroeste y que los persiguen en motocicletas y a pie, los atrapan y los devuelven.
Los haitianos juegan «al gato y al ratón» con los militares e inspectores de Migración, quienes, según denuncias de algunos apresados, si no les pagan para ceder el paso hacia algunas ciudades prefieren devolverlos a Haití tras ingresar a territorio dominicano en forma irregular.
Ronald Johnnie expresó que, a diferencia de los agentes de Migración, los guardias los tratan con humanidad.
El coronel del Ejército Guillermo Jiménez Arciniega expresó que continuarán los operativos y que los haitianos que crucen la frontera de forma irregular serán detenidos.