A los dominicanos nos hace falta orden y disciplina. No respetamos las leyes. Estamos lejos de ejercer una ciudadanía responsable. Por eso vemos que más de 30 mil personas han sido apresadas por violar el toque de queda. Se irrespeta a los policías y militares que están prestando un digno servicio a la nación, cuando éstos tienen que detener a los violadores de las mismas.
En esta situación del Covid-19 lo vemos con más claridad. Esta pandemia ha hecho una radiografía de nuestro comportamiento. A diario encontramos personas que se olvidan que estamos frente a una pandemia que ha trastornado el desarrollo de la humanidad.
Muchos olvidan la cantidad de muertes provocadas por este virus, que ha traspasado la capacidad de los cementerios. Las autoridades han tenido que construir fosas comunes en algunas naciones.
Pero aún observando este tétrico escenario, muchas personas siguen actuando de espaldas a esta realidad. De continuar así, el COVID-19 seguirá propagándose y luego vendrán más llantos y lamentaciones.
El resurgimiento de nuevos casos extenderá la espera de encontrarnos libres de esta enfermedad.
Solicitamos al Gobierno no flexibilizar las medidas preventivas hasta que las condiciones lo permitan. A grandes males, grandes remedios. Es por el bien de todos.
Cuidado si caemos en la indiferencia. Sería lo peor que nos puede pasar. A los dirigentes políticos les advertimos que harían un daño a la nación si se aventuran en estas condiciones a un proselitismo como si todo estuviera normal. La vida de nuestra gente, y sobre todo de los más excluidos, está por encima de cualquier apetencia partidaria.