Santo Domingo, ..- El periodista y politólogo Juan Carlos Espinal expresó que en el caso de Manuel Antonio Rivas, la presión mediática ha podido más que los argumentos de las partes que pedían la revisión de la prisión preventiva impuesta.
A su decir “la juez no tuvo en cuenta, como se le demostró, que el ministerio público no le ha atribuido ninguna conducta que tenga categoría y relevancia penal ni ha presentado ninguna prueba que vincule a Manuel Antonio Rivas con el lamentable hecho de sangre ni con la corrupción”.
Precisa que de hecho el Ministerio Público no pudo refutar los argumentos de la defensa de Manuel Rivas en torno a lo inocuo de la imputación penal en la primigenia solicitud de imposición de medidas de coerción.
Explica que sin embargo la juez forzó la supuesta vinculación de Manuel Rivas con los hechos imputados con base al testimonio de Eddy Santana, otro imputado en la causa, que lo único que consigna el ministerio público es que, en reuniones con Rivas decidieron pagarle un dinero a Junior para que dejara sin efecto la demanda en solicitud de documentos de la OMSA; y, porque Rivas fue director de la OMSA.
Indica que todo ello sin avocarse hacer un juicio de suficiencia de las pruebas aportadas por el Ministerio Público para vincular a Manuel Rivas, sin reevaluar la inexistencia de peligro de fuga o de obstrucción de la investigación e ignorando la naturaleza cautelar, instrumental y excepcional de las medidas de coerción cuyo fin en sí mismo es lograr la presencia del imputado en todos los actos del proceso
“Por ello, la prisión preventiva es la medida de coerción excepcionalísima pues el objetivo puede lograrse con una o la combinación de otras medidas de coerción menos gravosas”, dice Juan Carlos Espinal.
Destaca que “la ratificación de la injusta prisión preventiva en contra de Manuel Antonio Rivas delata que estamos en presencia de una respuesta irresponsable del sistema de justicia que ha preferido condenar anticipadamente a una persona inocente, imperando el juicio paralelo de la prensa con el consecuente daño al estado de inocencia de que goza el ing. Rivas”.
“Es claro que el sistema de justicia se ha visto desbordado por el populismo penal, por las prácticas desleales de los abogados de los querellantes, que en nada contribuyen con el debido proceso al que tiene derecho Manuel Antonio Rivas”, revela Espinal.
Resalta que “Manuel Antonio Rivas ha sido sometido a un abuso por un hecho del que no existe una sola prueba en su contra, que han contado con un Ministerio Público que prefiere endosar la presión mediática en lugar de cumplir con los principios de objetividad y responsabilidad, que son fundamentales en sus actuaciones”.
Aduce que no es casual que el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán, viendo la plaga del populismo penal que causa daños inconmensurables al sistema de justicia, el pasado 5 de diciembre de 2018 durante la promoción de 20 miembros de la judicatura, les exhortara a no ceder ni “dejarse dominar por la turbulencia de las percepciones”.