Los miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reiteraron su «profunda» preocupación por la situación humanitaria y de seguridad en Haití, subrayaron la necesidad de abordar la crisis de forma multidimensional e instaron a las pandillas a «cesar inmediatamente sus acciones desestabilizadoras».
A través de un comunicado de prensa reiteraron su condena de la creciente violencia, las actividades criminales, el desplazamiento masivo de civiles y los abusos contra los derechos humanos que socavan la paz, la estabilidad y la seguridad de Haití y la región, incluidos los secuestros, la violencia sexual y de género, la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, los homicidios, los homicidios ilegítimos y el reclutamiento de niños por parte de grupos armados y redes criminales.
Redoblar ayuda a Haití
Los miembros del Consejo de Seguridad condenaron las continuas actividades criminales desestabilizadoras de las bandas armadas y destacaron la necesidad de que la comunidad internacional redoble sus esfuerzos para brindar asistencia humanitaria a la población y apoyar a la Policía Nacional de Haití, incluido el fortalecimiento de su capacidad para restablecer la ley y orden a través de la misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad.
Condenaron también los ataques llevados a cabo por bandas armadas contra las principales cárceles del país y otras infraestructuras críticas, que permitieron a los líderes de las pandillas y otros presos escapar de las instalaciones. Expresaron su preocupación por las inaceptables amenazas de violencia selectiva contra la policía y miembros del Gobierno.
Despliegue militar de Kenia
Los miembros del Consejo escucharon la información de Kenia sobre los esfuerzos de planificación en curso para el despliegue de la misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad en Haití y las promesas internacionales hechas a la misión.
Expresaron la expectativa y esperanza por el despliegue de la misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad a Haití lo antes posible, tal como lo solicitó Haití y lo autorizó el Consejo de Seguridad mediante la resolución 2699 (2023).