SANTO DOMINGO. Los jueces del Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional acogieron la solicitud de la Fiscalía y sentenciaron a la pena máxima de 30 años de cárcel al acusado Toulouse Guerno o Guermo Toulote (a) Guelo, hallado culpable de asesinar a la señora Milagros del Carmen Amberis, madre del ex fiscal y director de la Comisión Permanente de Titulación de Terrenos del Estado (CPTTE), José Dantés Díaz.
El condenado, de nacionalidad haitiana, cumplirá la sentencia en el Centro de Corrección y Rehabilitación San Pedro de Macorís, conforme lo ordenó el tribunal compuesto por los jueces Daira Medina, Delio Germán y Laura Roa.
La Fiscalía del Distrito Nacional, representada por el procurador fiscal investigador Vladimir Lenin Viloria, otorgó al presente caso la calificación jurídica de violación a los artículos 295, 296, 297, 302, 379 y 382 del Código Penal Dominicano, que tipifican y sancionan el asesinato y el robo agravado, pues el acusado luego de quitarle la vida a la víctima sustrajo varias de sus pertenencias.
El expediente narra que los hechos por los que fue condenado Toulouse Guerno o Guermo Toulote se produjeron alrededor del mediodía del 30 de abril del 2016, en la calle Tulio H. Arvelo de la urbanización Atala, donde residía la fenecida, y el acusado tenía varios meses viviendo en el cuarto de servicio en calidad de empleado.
“Para cometer el crimen, aprovechó que se encontraba solo con la señora Milagros del Carmen en la casa, cuando la víctima salió al patio le quitó la vida, dejando su cuerpo en el baño del cuarto donde él dormía. Luego fue a la habitación de ella y sustrajo una computadora, un celular, dinero en efectivo y una caja fuerte, y se dio a la fuga”, expusieron en audiencia los fiscales litigantes Eduardo Velázquez y Wendy González.
Tras consumar el asesinato, alias Guermo huyó a su país de origen, Haití, donde fue localizado mediante una ardua búsqueda internacional y arrestado en fecha 20 de diciembre del 2017.
Los representantes del Ministerio Público indicaron que el certificado de análisis forense arrojó que las huellas dactilares encontradas en la caja fuerte hallada en el cuarto donde se alojaba el acusado, así como las que estaban en un maletín y una caja chica en la habitación de la víctima, coinciden con las del condenado.