Los establecimientos comerciales próximos a balnearios localizados en el municipio de Bonao, provincia Monseñor Nouel, se encuentran clausurados, como una medida provisional asumida por las autoridades, luego de la crecida ocurrida en el río Fula, que cobró la vida de cinco personas la semana pasada.
Así lo informó la fiscal Glenys García, quien dijo que la medida fue tomada por temor a que los bañistas se trasladaran a otros balnearios tras el cierre de los negocios en el Fula.
«Nosotros participamos en el operativo luego de la clausura de los negocios del río Fula y notificamos a los demás balnearios para que nos cooperaran y nos ayudaran con el cierre de sus puertas hasta tanto las autoridades determinen una vía de solución para esos balnearios«, sostuvo.
Reiteró que «no están operando ninguno de los negocios a nivel turístico o más bien alrededor de los ríos del pueblo».
Consultada sobre el ambiente en las inmediaciones del afluente tras la crecida, García manifestó que no se ha registrado «ningún tipo de eventualidad nueva», al tiempo que señaló que fue una «falsa alarma» el video que circuló el fin de semana en las redes sociales, en el que se observaba a decenas de bañistas en el río.