CADA CIUDADANO PENSANTE DEBE FORJAR SU UTOPIA SOCIAL

Por Lincoln López

El Don Quijote de  Cervantes es un símbolo fundamental de la cultura occidental; y como tal, su esencia nos absorbe. Tanto él como nosotros, necesitamos poner en  relieve los ideales que dan vida a la utopía  para que la sociedad  mejore avanzando hacia su realización; para eso debemos asumir con responsabilidad una actitud pública y rechazar con el escudo de la dignidad y cabalgando sobre Rocinante, con transparencia denunciando las distorsiones sociales que nos afectan y que nos conducen hacia una degradación  y descomposición colectivas.  

 Así como la utopía no muere con Don Quijote, tampoco debe morir con cada uno de nosotros. No se puede vivir sin metas, sin sueños. Luchar por nuestros ideales sociales es nuestro programa de vida y será nuestro legado cuando nos hayamos ido. Otros vendrán  y empuñarán las lanzas para cumplir su destino.

 Para los dominicanos conscientes, Juan Pablo Duarte es el supremo ideal forjador de una Patria, nuestra República Dominicana,  y sobre esa gesta, es conveniente recordar permanentemente que, “vivir sin Patria es lo mismo que vivir sin honor”.

 Para mí y mi tiempo, mis utopías sociales son: una Identidad y Cultura nacionales bien definidas y defendidas, Corrupción erradicada con los medios necesarios, y una calidad de vida que alcance, con dignidad y respeto a todos.

 ¿Y cuáles serían las tuyas, amable lector?

 En este momento, se me ocurre recordar las palabras de Sancho a Don Quijote: “Levántese desa cama y vámonos”. Es urgente, antes de que sea demasiado tarde para nuestros hijos y para la Patria misma.