Al menos 70 personas murieron en Haití en el ataque de una pandilla que dejó además 16 heridos graves, informó este viernes la ONU.
«Miembros de la pandilla Gran Grif armados con fusiles automáticos abrieron fuego contra la población y mataron a al menos 70 personas, incluyendo diez mujeres y tres lactantes», indicó en un comunicado la oficina de la ONU para los Derechos Humanos.
Miembros de Grand Grif incursionaron en la zona de Pont-Sondé destruyendo todo a su paso, con intensos disparos e incendiando automóviles, motos y casas.
Según pasaban las horas, la banda Grand Grif causaba más daños y más víctimas en Pont Sondé, bajo control ahora de este grupo armado y que se suma a otros muchos territorios en Haití en manos de las poderosas pandillas.
La comunidad de Pont-Sondé, localidad del quinto tramo de Saint-Marc, en Artibonite, situada en la carretera nacional número 1, vivió horas de terror la noche del miércoles 2 al jueves 3 de octubre de 2024, bajo las balas asesinas de los bandidos de Savien.
Asediados por la banda del Gran Grif, los habitantes de las distintas calles, hombres y mujeres, niños, jóvenes y adultos, gritaron desesperados hasta el amanecer.
El día antes de la tragedia, un mensaje de audio del líder de la banda Savien anunció el suceso, según cuenta el diario haitiano Le Nouvelliste.
Miles de habitantes tuvieron que abandonaron la ciudad de Pont-Sondé, ubicada unos 100 kilómetros al norte de la capital de Haití, para refugiarse en la ciudad costera de Saint-Marc.
Concentrados en la plaza pública Philippe Guerrier y frente al hospital Saint-Nicolas de Saint-Marc, miles de supervivientes, que huyeron de sus hogares para escapar de la masacre, expresaron su ira contra las autoridades gubernamentales del país.
La matanza de Pont-Sondé sacudió a todo el departamento de Artibonite, que dependía en gran medida de la resistencia popular local.