Al oficiar la misa «Domingo de Ramos en la Pasión del Señor» de manera virtual y sin feligreses en la Catedral de Santo Domingo, el arzobispo de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, aseguró que el nivel de servicio que ofrecen los profesionales de la salud que enfrentan el coronavirus en el país «es lo que quiere Cristo».
Reconoció a los médicos y enfermeras «que están sirviendo ahora en esta situación de esta pandemia» que «están dando todo y arriesgando su vida». «Eso es lo que quiere Cristo y así es que nos asemejamos a él, que seamos imitadores de él que se humilló, se hizo siervo por amor a los demás».
Ozoria instó a la sociedad dominicana a dejar de lado los aplausos, los reconocimientos y el populismo, y a centrarse en una vida de servicio pleno, que es la que Jesucristo enseña a través del Evangelio.
En la eucaristía, el monseñor habló sobre esas dos realidades que se viven actualmente en el mundo, como seres humanos y como cristianos.
«La primera es la realidad de los aplausos, la realidad que vivimos en toda la sociedad nuestra, que nos gusta el reconocimiento», dijo, al tiempo que apuntó que la otra realidad es «semejante a Cristo, que pasa por la humillación para llegar al triunfo, para llegar a la Resurrección».
Respaldó el mensaje del Papa Francisco de que los creyentes deben seguir e imitar a Cristo sufriente, humilde, como también habla de la “mundanización” y cuando la gente se acerca a este último se aleja de la vida cristiana.
La misa, con la que da inicio a la Semana Santa y se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, el arzobispo estuvo acompañado del párroco de la Catedral el padre Nelson Cler y otros sacerdotes y laicos.