Las autoridades ejecutaron una orden de arresto contra el sacerdote Ancelmo Alejandro Peña Sánchez, señalado de abusar sexualmente de dos hermanas en el municipio de Villa Los Almácigos, provincia Dajabón, cuando ambas eran menores de edad.
Las denunciantes, Dinelcy y Eneldy Núñez, decidieron contar lo ocurrido después de más de dos décadas de silencio. “Por muchos años callamos, pero hoy queremos justicia”, expresó una de ellas en el reportaje de la periodista Alicia Ortega, difundido a principios de septiembre.
De acuerdo con su testimonio, los abusos ocurrieron mientras el religioso gozaba de la confianza de la comunidad y de la familia, circunstancia que habría aprovechado para agredirlas.
Peña Sánchez, de 61 años, se desempeñaba como capitán capellán castrense del Ejército de la República Dominicana y residía en el municipio Esperanza, provincia Valverde, tras haber dejado Villa Los Almácigos hace varios años.
La orden de arresto fue emitida por la jueza Anabel Rodríguez Peralta, del distrito judicial de Santiago Rodríguez, y ejecutada por agentes del Dicrim en horas de la tarde. El sacerdote permanece detenido mientras avanzan las investigaciones.
Reacciones en la comunidad
El caso ha generado conmoción en la zona, no solo por la gravedad de las denuncias, sino porque reaviva el debate sobre la responsabilidad de las instituciones religiosas en la protección de la niñez.
Organizaciones sociales y de derechos humanos respaldaron a las hermanas Núñez, valorando su decisión de hablar tras tantos años. “Este arresto envía un mensaje claro: aunque tarde, la justicia debe llegar para las víctimas de abuso”, afirmó un representante comunitario.
Las autoridades indicaron que el expediente contra Peña Sánchez se fundamenta en los artículos 330, 331, 332 y 333 del Código Penal Dominicano, así como en el artículo 396 de la Ley 136-03, que garantiza los derechos de niños, niñas y adolescentes.
Mientras se desarrolla el proceso judicial, la comunidad de Villa Los Almácigos oscila entre la indignación y la esperanza, recordando que detrás de cada denuncia hay víctimas que reclaman reparación y dignidad.