Para definir la grandeza musical de Anthony Ríos hacen falta muchos adjetivos. Era creativo, talentoso y polifacético. Era de los pocos que en sus años de apogeo podía cantar, componer, presentar un programa de televisión o de radio, actuar o hacer reír a carcajadas hasta al más antipático. Además, era un avezado libretista y escritor.
Anthony Ríos, quien nació en Hato Mayor en 1950 y desarrolló una exitosa carrera de más de cuatro décadas que lo llevó a obtener el reconocimiento de los amantes de la música de calidad, sin importar el género, falleció tras padecer problemas cardiovasculares, dejando un legado musical difícil de igualar.
Froilán Antonio Jiménez, nombre del artista, era padre de 26 hijos. Entre sus composiciones más destacadas figuran El Sentimental, Pudiera Ser, Morir de Amor, Viejo amigo, Fatalidad. Hoy sobran las palabras, Para cuando regreses, Estoy a tu orden y Viejo amigo.
Su última aparición en los medios fue en el programa radial Sonoris Causa, donde junto al comunicador Ramón Pastrana se adentraba en diversos géneros musicales, todo con el humor y la elocuencia que le caracterizaban.
Desde muy joven, Ríos tuvo inclinación por la locución, luego de comenzar a leer las noticias con el periodista Héctor Julio Hernández, hoy residente en Puerto Rico. Cuenta que hacía ejercicios con un lápiz en la boca y se pasaba todo el día practicando un noticiario.
Luego comenzó a tomar clases de guitarra y cantando Trova en Hato Mayor, Joaquín Maxwell, al escucharle y conocerle, le invitó a viajar a la ciudad capital para conocer a Johnny Ventura y formar parte del grupo “El Combo Show”.
POR JEURY FRIAS