Parte 1
Por
Johanna Benoit
Les comparto parte de nuestras andanzas por uno de los centros culturales, históricos y tradiciones que tiene Europa Central, me refiero a la Capital Checa, Praga.
Praga conjuga estilos arquitectónicos góticos, barrocos, modernistas y contemporáneos. . Es una de las ciudades que mejor guarda su patrimonio histórico.
Edificaciones antiguas y modernas, catedrales, museos, Castillos, Palacios, puentes y calles bien conservados. El nivel de educación de los checos es sumamente alto.
La impresión que nos llevamos de los checos, son muy reservados, distantes, desconfiados, respetuosos y pocos simpáticos. Tome nota, si vez un checo sonreír tómele una foto. Quizás por su influencia histórica, durante aquella época del comunismo que sembró miedo y que también fueron invadidos en varias ocasiones mantienen esa actitud.
Entendemos que los checos han heredado esos lastres, esas secuelas del pasado, ese régimen político de dictadura. Esta situación histórica ha dejado una gran huella en praguenses.
Al verlos caminando por las calles y avenidas, compartiendo entre sí, en los los comercios, cuando van a los parques, cuando están esperando para abordar el tren, cuando van en los autobuses ahí pudimos darnos cuenta como es el comportamiento de los checos.
En conversaciones con taxistas, recepcionistas de hoteles y encargados de limpieza en ciertos negocio, en verano praguenses andan mal humorados, irritados y con cara de desastre. Son pocos serviciales. Entendimos que el calor los altera y los hace tener un estilo no favorable hacia el turista.
La llamada ciudad de las cien luces es uno de los puntos más visitados por viajeros, darse una caminata por esos aires praguenses es volver aquellos tiempos de la era. La cantidad de estatuas, cúpulas y campanarios de iglesias, esculturas, fuentes y catedrales es inmensa. En casi todas las calles usted se va a encontrar con una iglesia a los estilos góticos y barrocos. La moneda oficial es la corona checa, nuestro grupo a la hora de efectuar pagos lo hacíamos con el euro, al hacer nuestras compras en los negocios hablábamos poquito el inglés aunque su idioma es el checo.
Panorámica por algunos de los focos antiguos, ciudad vieja, el puente Carlos el más antiguo y emblemático, el Castillo, catalogado uno de los más grande del mundo, aglomera iglesias, jardines, la Torre del reloj astronómico, La plaza de Wenceslao con la estatua ecuestre del santo, observar los grupos de músicos mientras recorremos sus calles, nos hacen relajar los sentidos a través de sus armoniosas piezas musicales, y degustar de una salchicha de 5 pulgadas sus encantadores helados artesanales.
En esta seductora ciudad de calles adoquinadas hay tradiciones de comer en la calle, pasearse por los diferentes puestos de salchichas alemanas y checas, El Trdelnik un delicioso postre artesanal, una rica sopa elaborada con verduras, las patatas fritas como le dicen allá son las papas pasadas por un pincho y los establecimientos de vinos calientes. Son paradas técnicas y elecciones de comida para que usted no gaste mucho y ahorre dinero. La gastronomía checa tiene influencia de la cocina alemana, húngara y la austriaca. El arte culinario es muy variado.
Sin lugar a dudas uno de los destinos preferidos para tomar buenas estampas, como dice una amiga viajera hasta en los zafacones las fotografías quedas encantadoras. Diríamos que Praga es una caja de sorpresas, una vuelta al pasado, presente, futuro y con el reducido deseo de volver a la capital checa.
En las demás entregas de Al dedillo, les seguiré describiendo nuestras andanzas por aquel continente europeo.
Hasta otra entrega
Que Dios les bendiga!
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