POR NEY SANTANA
Miles de católicos de todas las pastorales de la Arquidiócesis de Santiago se concentraron en el Estadio Cibao, donde con una eucaristía celebraron el Día de Corpus Christi, la cual fue oficiada por el arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago, monseñor Héctor Rafael Rodríguez Rodríguez,
Este día-reflexionó monseñor Rodríguez Rodríguez- nos invita a reflexionar sobre cómo podemos vivir nuestra fe de una manera que impacte positivamente a mi familia, a la iglesia, a la sociedad, y de manera especial, aquellos que fueron el foco fundamental del apostolado de Jesús, los más necesitados, los más pobres.
A las 7 de la mañana, los feligreses salieron en procesión desde la Catedral Santiago Apóstol con destino al Estadio Cibao, allí con cánticos, oraciones, pasajes bíblicos, lectura del santo evangelio y con una misa celebraron el Día del Jueves Corpus Christi.
La caminata la encabezó monseñor Rodríguez Rodríguez, acompañado de monseñor Ramón de la Rosa y Carpio, arzobispo emérito de Santiago, de sacerdotes, diáconos, presidentes de asambleas y de una masiva participación de feligreses.
El Corpus Christi se celebra 60 días después del Domingo de Resurrección, esto es, el jueves siguiente a la solemnidad de la Santísima Trinidad, que tiene lugar el domingo posterior a Pentecostés
Este año, la celebración tuvo como lema “Con Jesús en comunión y en oración transformamos la nación”.
“El Señor nos ha convocado en esta mañana para celebrar la fiesta de Corpus Christi, una de las solemnidades más importantes que tenemos en la Iglesia Católica, en esta celebración recordamos la presencia real de Jesucristo en la eucaristía que se esconde bajo la apariencia de pan y vino”, dijo monseñor Rodríguez y Rodríguez en su reflexión.
Explicó que esa apariencia trasciende a lo que uno ve (pan y vino) porque ahí está la presencia real del Señor Jesucristo, el que nos salva.
“Por eso es que nosotros nos hemos desplazados esta mañana, hemos caminado y hemos peregrinados esta mañana alrededor de aquel que nos salva, de la presencia viva de Jesús, a través del sacramento de la eucaristía”, significó.
Indicó que la celebración del Día de Corpus Christi nos conecta con una serie de compromisos personales, sociales y eclesiales porque el venir acompañar y a celebrar el cuerpo y la sangre de Cristo, a Jesucristo Sacramentado, “nos lleva a nosotros a renovar nuestro compromiso de seguir muy de cerca las enseñanzas de amor, de solidaridad, de paz, de justicia social, de compasión, de compresión que vivió Jesús.
Abogó que esta celebración conlleve a todos adoptar el estilo de vida de Jesucristo, un estilo de vida solidario, justo, de paz en un mundo que está viviendo una guerra mundial en pedacitos.
“La festividad que estamos celebrando de Corpus Christi para nosotros los cristianos significa luchar por una sociedad más justa, en nuestra sociedad actual significa el triunfo de Cristo sobre la muerte y su permanencia sobre nosotros en la eucaristía”, enfatizó.