Rubén Darío Jiménez, ultimado por miembros de la Policía Nacional en un supuesto intercambio de disparos, recibió ocho impactos de balas. Estaba prófugo luego de haber asesinado a su expareja y a tres miembros de la familia de ella.
Junto a él murió, también a tiros, José Luis Mañón, de 20 años, quien alegadamente era un taxista. Recibió cuatro tiros.
Los hombres fueron baleados dentro del carro en que llegaron a la cabaña Presidente, de la avenida Coronel Rafael (antigua autopista de San Isidro), en Santo Domingo Este, según las autoridades.
El auto recibió varios impactos de balas y los cristales, trasero y lateral, resultaron rotos por la ráfaga que les lanzaron a los hombres.
La cantidad de tiros que les dieron fue confirmada por Peter Arias, el médico legista que levantó los cadáveres y los llevó al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para fines de autopsia.
En el tiroteo también resultaron heridos el sargento Juan Carlos Báez Francisco, con herida en el abdomen y pierna izquierda, y el raso José Franchel Jiménez Aragonés, herido en los glúteos. El primero fue trasladado el hospital Darío Contreras y el segundo al de la Policía Nacional.
Darío Jiménez era buscado por el asesinato de su expareja Leyda Esmerlin Vicente Sánchez, de 25 años; Ángel Robert Vicente Montaño, de 52; Mercedes Orfelina Sánchez Suazo, de 50 y Henrry Antonio Feliz Gómez, de 47, el pasado 9 de noviembre en el sector Brisas del Edén, Santo Domingo Este. La única sobreviviente de la tragedia fue Orlin Macier Vicente Sánchez, de 26 años.